Por José Gerardo Mejía
Sergio Barrera Sepúlveda, diputado federal de Movimiento Ciudadano, exigió la regulación urgente en el consumo de los cigarros electrónicos o vapeadores para evitar que el crimen organizado sea el beneficiario de la fabricación y venta de esos productos a menores de edad.
En conferencia de prensa, el legislador jalisciense resaltó que la prohibición de los cigarros electrónicos que dictó el gobierno federal no sólo fomenta un mercado negro, sino que además se viola el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá y contraviene la Constitución.
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"El crimen organizado está ganando la batalla, empezando a asumir la fabricación para distribuirlos en el país, lo que genera impactos negativos en la economía porque discrimina artificialmente a favor de los productos de tabaco, y se pierden ingresos fiscales", afirmó.
Barrera Sepúlveda resaltó que unos 50 países como Alemania, Australia, Austria, Bélgica, España, Italia, Noruega o Finlandia han adoptado una eficiente regulación del uso de vapeadores que evita su venta a menores de edad.
"El prohibido prohibir se ha quedado sólo en el discurso, porque el Ejecutivo federal lo hizo por decreto, luego de que Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, le ha hecho creer que con dos programas promovidos por la Cofepris en la Rosa de Guadalupe se resolverá el problema, pero sólo desinforman", subrayó.
El legislador emecista dijo que esta política de prohibición es similar "a países como Camboya, Nicaragua, Gambia, Siria y recientemente Argentina".
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"Los argumentos en contra de la regulación de parte de la autoridad en esos programas carecen de rigor científico, en tanto que Reino Unido lleva a cabo una campaña eficiente para informar a sus ciudadanos", indicó.
Barrera Sepúlveda recordó que es la segunda vez que presenta una iniciativa para regular la fabricación, distribución y compraventa de vapeadores porque "ya vimos que cerrando los ojos al problema, este no se resuelve por arte de magia".
"De ninguna manera se trata de promover el uso de vapeadores, se trata de asumir que ya existe un amplísimo número de personas que los utiliza, que hoy los consigue en el mercado negro y que no por la prohibición lo ha dejado de consumir", reiteró.