El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reconoció este jueves dificultades y hasta presiones durante la importación de balasto de Cuba para las obras del Tren Maya, y culpó al “bloqueo injusto” del gobierno de Estados Unidos contra la isla y su pueblo.

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“Como la distancia de Cuba a la península (de Yucatán) no es considerable se decidió traer el balasto, con dificultades porque de manera injusta Cuba padece de un bloqueo y ya hablábamos que está hasta una lista de supuestos países terroristas que le impide al pueblo cubano hacer operaciones comerciales, económicas, en casi todo el mundo”, señaló en su conferencia matutina.

“Estoy hablando de las dificultades, bueno se contratan barcos y las barcazas que se necesitan empiezan a romper acuerdos, porque empieza la presión, o sea a ese extremo, es realmente pues una infamia”.

El presidente argumentó que, como el balasto "por cuestiones extrañas de la geología" sólo se encuentra en la región de Los Tuxtlas y en Matanzas, Cuba, y no en la península de Yucatán, se tomó la decisión de traerlo de la isla.

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El mandatario federal aseguró que se llegó al acuerdo de pagar por el balasto el mismo precio que en México y que el material restante será vendido por quienes realizan los traslados.

“Dices, cómo traen la roca grande y de esa roca solo van a extraer el 30 por ciento de balasto, entonces, cómo van a pagar por toda la roca, si sólo sacas el 30 por ciento del balasto, luego entonces estar pagando un sobreprecio“.

“Pues resulta que el acuerdo es que el balasto va a costar lo mismo que cuesta en México, que el resto, la otra piedra que no es balasto, se va a vender o lo van a vender quienes están trasladando todas estas rocas como grava por su producto”, agregó López Obrador.