Por Fernando Miranda

Oaxaca.– A su ingreso a territorio oaxaqueño, la caravana de entre mil 500 y 2 mil migrantes en tránsito que busca cruzar México para llegar a Estados Unidos se ha topado con rechazo y abandono de las autoridades, así como con una actitud xenófoba de al menos dos presidentes municipales morenistas de la región del Istmo de Tehuantepec, denuncia Ulises Ortiz, quien encabeza a este grupo de personas.

Según el dirigente de esta caravana latinoamericana, el contingente avanza en grupos pequeños a su propio ritmo, ante la imposibilidad de contar con transporte por la falta de permisos temporales, dado que decidieron dejar Tapachula ante la falta de respuesta de las autoridades migratorias para entregarlos.

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Ante medios de comunicación regionales, los migrantes denunciaron que ninguna autoridad mexicana les ha proporcionado vigilancia, servicios médicos, agua o alimentos; en cambio, los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) los detienen una y otra vez, quitándoles los pocos recursos con los que cuentan para cruzar México, por lo que asegura que para las autoridades mexicanas esta crisis humanitaria se ha convertido en un negocio.

Esto porque además de las extorsiones de los agentes migratorios, los extranjeros enfrentan los abusos de taxistas y mototaxistas, quienes les cobran entre 500 y mil pesos por trasladarlos tramos carreteros que a los locales les cuestan entre 20 y 50 pesos.

Además, durante su estancia en San Pedro Tapanatepec, los migrantes denunciaron que pernoctaron hacinados en una pequeña estancia del DIF municipal con sólo dos baños que fueron insuficientes; tampoco se les brindó ni siquiera agua para beber, esto pese a que el edil Humberto Parrazales (Morena) aseguró que la comunidad estaba lista para brindarles apoyo.

"Las autoridades no colocaron baños móviles y los dos sanitarios de la estancia del DIF municipal fueron insuficientes. Ya hasta muy tarde nos enviaron 24 paquetes de seis botes de medio litro de agua. Unos 72 litros para 2 mil migrantes", aseguró Ortiz, quien es originario de Honduras y previamente ha encabezado estos grupos en 2018 y 2021.

Según estimaciones de quienes encabezan esta caravana, actualmente suman entre mil 500 y 2 mil personas las que avanzan por municipios de Oaxaca, incluidos 800 niños y 700 mujeres, 30 de ellas embarazadas; no obstante, con ellos incluidos son al menos 6 mil las personas que están varadas entre las fronteras de Chiapas y Oaxaca, por lo que se espera que el flujo de extranjeros continúe en esta región oaxaqueña.

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Ante ello, este martes ediles del Istmo de Tehuantepec cerraron las puertas de sus municipios para impedir que ingresaran los migrantes, quienes buscaban adquirir alimentos y agua y descansar tras varias horas de camino.

En Santo Domingo Zanatepec, por ejemplo, policías a bordo de dos patrullas impidieron el paso de la caravana a su territorio. Lo anterior dado que la presidenta municipal de Santo Domingo Zanatepec, Tania Isabel Escobar, de Morena, les aseguró que el pueblo no quería que entrara porque "algunos han cometido errores".

"Ella vino a la carretera a decirnos que le gustaría ayudarnos, pero que no puede hacerlo porque el pueblo no quiere. Entre las autoridades municipales hay una actitud de rechazo rotundo y de odio hacia los migrantes", dijo Ulises Ortiz.

Los casi 2 mil migrantes llegaron a este municipio tras caminar más de 24 kilómetros durante seis horas, pero ante la negativa de las autoridades de recibirlos, tuvieron que seguir su camino dos kilómetros más para acampar en las cercanías del río Ostuta.

"Nos quería mandar a descansar en un terreno sin baños, sin agua, sin sombra, cubierto de maleza", acusó ello dirigente, quien también aseguró que la edil lamentó que las autoridades estatales y federales abandonen a los municipios ante esta problemática.

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A la actitud de la morenista se suma la del presidente municipal de Niltepec, Froylan Medina, también de Morena, quien a través de un video en Facebook pidió a los habitantes tener precaución ante la llegada el día de mañana de los extranjeros, dado que tanto venía gente "buena como gente no tan buena".

"Estamos pensando que les acondicionemos en la unidad deportiva porque no nos vamos a dar abasto. Este fenómeno no lo podemos detener, ni las autoridades federales, y aunque nosotros nos opongamos, ellos entran a la fuerza. Lo único que nos queda es tener precaución y cerrar nuestras puertas".

El edil también dijo que se realizará una reunión con los presidentes municipales de la región y mandos de la Guardia Nacional y que espera que se pueda "disipar esta caravana que viene de mil 500 migrantes, afrodescendientes".

Sólo del 23 de octubre al 20 de noviembre pasado, el Centro de Movilidad de Juchitán, el único que sigue operando en Oaxaca, reporta un total de 124 mil 421 traslados regulares de migrantes, que se suman a los 30 mil 102 que se registraron en el de Tutla en casi un mes de operación, por lo que en total suman 161 mil 523, informó el gobierno de Oaxaca a Latinus.

A ellos se deben sumar los miles de extranjeros que avanzan a pie y sin permisos temporales para cruzar el territorio nacional y de los que no se tiene ningún registro.