Jesús Silva-Herzog Márquez habla de la postura ambigua, contradictoria y caprichosa que ha adoptado el gobierno mexicano ante el conflicto entre Israel y Hamás, como fiel reflejo del manejo personalizado de la política exterior del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Una respuesta tímida, indefendible y neutra, que es lo mismo que apoyar a los terroristas a los que el mandatario no quiere mencionar por su nombre.

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