El gobierno de Coahuila informó que se instaló un hospital móvil cerca de la mina que se derrumbó en el municipio de Sabina y en la que aún se encuentran 10 mineros atrapados.
De acuerdo con las autoridades del estado, el puesto médico en las inmediaciones de la mina estará al servicio de las familias de los mineros, rescatistas, voluntarios, comunidad en general o representantes de medios de comunicación que requieran atención médica en algún momento.
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El secretario de Salud, Roberto Bernal Gómez, dijo que el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís ha desplegado una serie de acciones de diferentes dependencias del estado para cubrir todos los requerimientos.
“Nos sumamos a este esfuerzo enviando a ocho especialistas en atención de urgencias médicas que estarán ahí de manera permanente”, dijo Bernal Gómez.
El hospital móvil cuenta con 16 camas, equipos de reanimación, monitores de oxígeno, ventiladores, equipo de trauma, entre otros.
El secretario informó que Erik Varela Cortés, el subsecretario de Urgencias Médicas, estará a cargo de la unidad ubicada cerca de la mina, donde su labor también será estar al pendiente de cualquier avance del rescate de los trabajadores atrapados.
“Este equipo se ha empleado en anteriores ocasiones para apoyar el proceso de vacunación Covid–19 en la frontera, al estar atentos a la evolución de los menores que recibieron sus dosis”, añadió el funcionario.
A siete días del derrumbe de la mina El Pinabete, en Sabina, los rescatistas continúan con los trabajados para sacar a los diez mineros a través del constante bombeo de agua y el trabajo simultáneo en la perforación de más pozos de alivio.
Hasta la noche del martes, se trabajaba con nueve bombas con una potencia de más de 400 caballos de fuerza para continuar disminuyendo los niveles de agua en los pozos. El gobierno dio a conocer que se han extraído más de 125 mil metros cúbicos de líquido en la zona.