Por Isabella González

Ante la nueva administración del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los cambios en las políticas migratorias en su país, México ya no tiene excusa para la militarización de sus fronteras, aseveraron especialistas y activistas.

En entrevista con Latinus, Daniel Berlin, subdirector de Asylum Acces Mexico, aseveró que el gobierno del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, va a enfrentar un nuevo reto.

"Nunca debió de haber llevado a cabo la militarización de sus fronteras, porque realmente dudo que el gobierno de Biden vaya a querer implementar aranceles si México no hace algo por la migración. Sin esta excusa vamos a ver qué pasa con el gobierno mexicano", expresó.

Afirmó que México tiene una historia larga de ser un país de acogida y puede retomar este rol.

"Hay mucha oportunidad para fortalecer su sistema de asilo, sus políticas de migración y retomar este rol", dijo.

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Berlin destacó que, aunque el gobierno estadounidense dejó sin efectos el Programa de Protección para Migrantes (MPP), México debe atender y proteger a los más de 25 mil solicitantes de asilo que, bajo el programa, continúan en la frontera norte esperando a las resoluciones de sus casos.

"Vamos a necesitar muchas más acciones tanto del gobierno estadounidense como del gobierno mexicano para realmente dar una solución para la población que ha sido muy afectada por el programa", señaló.

Por otro lado, advirtió que se sigue devolviendo a los migrantes que llegan a la frontera de Estados Unidos bajo el programa del título 42 que señala que estas personas no podrán entrar a territorio estadounidense durante la pandemia por razones de salud pública.

Ante esto, afirmó que la acumulación de personas en la frontera de ambos países continuará.

"Entonces las personas todavía no pueden entrar supuestamente por control de la pandemia. Es una mentira porque todavía siguen abiertos los aeropuertos y hay mucho flujo de turistas entre ambos países. Eso más bien es un castigo a la población migrante", aseguró.

Por su parte Jordi Raich, jefe de la Misión del Comité Internacional de la Cruz Roja para México y América Central, prevé que el flujo de migrantes continúe e incluso aumente en los primeros meses del año.

"Ahora nos preocupa el potencial flujo de nuevos migrantes yendo hacia el norte. Primero porque cada año, después de Navidad, nuevamente mucha gente decide intentar una nueva vida y buscar una oportunidad en Estados Unidos, en México u otro país, pero este año es particularmente preocupante, porque a la pobreza, a la desigualdad y a la violencia que empuja a tantísimas personas desde Centroamérica y el propio México a migrar hacia Estados Unidos, este año tenemos que añadir el impacto de la pandemia en la economía, que genera mucha más pobreza, mucha más desigualdad y que empuja a mucha gente a migrar", dijo.

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También explicó que, en el caso de Honduras, hay que añadir los efectos de los dos huracanes que devastaron gran parte del país en el 2020 y finalmente, que el cambio de administración en Estados Unidos y los cambios en la política migratoria de Biden, generan mucha desinformación.

Ante esta situación, el especialista en derechos humanos afirmó que los países por donde transitan los migrantes, como México, no deberían utilizar el uso excesivo de la fuerza contra ellos.

"Aquí todo está en encontrar el equilibrio adecuado que intentan dar esos estándares internacionales porque, por un lado, es obvio que los derechos tienen el derecho y la obligación de mantener el orden y proteger a su ciudadanía, pero por otro lado está claro que tienen que cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional", manifestó.

"El uso de la fuerza en el caso de estos movimientos de personas que ni están armadas ni suponen un peligro, tiene que ser el último recurso, no puede justificarse sencillamente para impedir la entrada y no puede utilizarse esa fuerza excesivo incluso cuando esas personas entran ilegalmente. No es no se puede usar la fuerza, pero es el uso equilibrado y proporcional de la fuerza al peligro que supone", añadió.

Aseveró que la coordinación entre los gobiernos es vital para poder ofrecer vías de migración ordenadas, seguras y regulares.

"Si las personas se pueden acoger a una vía menos peligrosa lo harán, a menudo buscan otras vías más peligrosas porque no ven otra opción y la desesperación es tan gran en sus países y aceptan tomar esos riesgos", expuso.

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Axel Cabrera, fellow de la U.S.-Mexico Foundation y Asociados del PJCOMEXI, aseguró que México tiene que tomar la decisión de abrir sus políticas migratorias como dijo López Obrador en su campaña presidencial dijo que lo haría.

"Es necesario cambiar la narrativa de la migración en México. Se ha demostrado el claro racismo que existe en México y eso no abona. Lo que nos hacen en Estados Unidos nosotros lo hacemos aquí con los migrantes de Centroamérica", manifestó.

"En el momento en que la administración actual aceptó las condiciones de Estados Unidos nos convertimos en el muro. Es una barrera, sí", agregó.

Destacó que, de los 193 integrantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), México ocupa el lugar 162 en la recepción de migrantes.

"Estamos debajo de Colombia y Chile, incluso estamos debajo por Venezuela, que atraviesa una crisis. México tiene muy pocos migrantes", señaló.

"La migración genera innovación y riqueza. En Estados Unidos el 35 por ciento de los premios Nobel son migrantes, el 45 por ciento de las 100 empresas más ricas fueron fundadas por al menos un migrante. Eso significa que atraer inversión y talentos también es importante para el país".