AP.- El gobierno colombiano expresó este miércoles su intención de instalar una embajada en territorio palestino, luego de romper relaciones diplomáticas con Israel en protesta por sus acciones bélicas en la Franja de Gaza.
“El presidente (Gustavo) Petro ha dado la instrucción de que instalemos la embajada de Colombia en Ramala, ese es el próximo paso que vamos a dar”, señaló a la prensa en Bogotá el canciller Luis Gilberto Murillo, sin precisar la fecha de la apertura.
El gobierno de Colombia reconoció en 2018 la existencia de un Estado palestino “libre, soberano e independiente”, una decisión firmada por el entonces presidente Juan Manuel Santos poco antes de terminar su periodo y luego reprochada públicamente por su sucesor, el conservador Iván Duque.
Hasta ahora, la embajada de Colombia en Egipto es concurrente a nivel político para el territorio palestino, según la cancillería.
La nueva embajada sería instalada en Ramala, Cisjordania, que es un territorio palestino ocupado por Israel.
Murillo celebró que España, Noruega e Irlanda anunciaran el reconocimiento de un estado palestino, con lo que se unen a casi 140 países —más de dos tercios de los miembros de Naciones Unidas— que lo han hecho.
“Estamos seguros de que cada vez más países van a reconocer a Palestina y esto no es nada en contra de Israel, ni del pueblo de Israel, ni de los judíos”, agregó el canciller colombiano.
El presidente Gustavo Petro, el primero de tendencia de izquierda en Colombia, ha sido crítico con las acciones de Israel en la Franja de Gaza desde el comienzo de la guerra con Hamás en octubre del año pasado, al compararlas con los campos de concentración nazis en la Segunda Guerra Mundial.
En medio de las tensiones, Petro anunció en octubre que abriría una embajada en Ramala, tras reunirse con los embajadores israelí y palestino.
La tensión escaló hasta que el 2 de mayo Colombia rompió relaciones diplomáticas con Israel al considerar que su gobierno comete “genocidio”.
Israel reprochó la decisión e indicó que la historia recordará que decidió “ponerse del lado de los monstruos”.
Según el gobierno colombiano, las relaciones comerciales con Israel no se afectarán y se mantendrán los servicios consulares en Tel Aviv y Bogotá.