EFE.- La presidenta de Perú, Dina Boluarte, llegó este miércoles hasta la sede del Ministerio Público, en el centro histórico de Lima, sin que se informara previamente los motivos de esta diligencia, en la que declaró ante el fiscal general interino, Juan Carlos Villena.
Medios locales mostraron un gran despliegue policial en la zona, mientras que la gobernante permaneció en la sede fiscal durante poco más de una hora.
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La agencia oficial Andina informó que la mandataria "llegó para rendir una manifestación ante el titular de esta institución, Juan Carlos Villena", sin precisar el motivo específico de la diligencia.
Agregó que la jefa de Estado "regresó al Palacio de Gobierno, con la finalidad de continuar liderando una nueva sesión del Consejo de Ministros".
Ni la Presidencia peruana ni el Ministerio Público han informado de momento sobre esta diligencia.
Durante la permanencia de Boluarte en la sede de la fiscalía general se desplegó un gran contingente de agentes policiales y miembros de la seguridad del Estado.
Boluarte ya declaró el pasado 5 de abril durante cinco horas ante el fiscal Villena sobre la adquisición de relojes de lujo, entre ellos de la marca Rolex, y joyas no declarados, que son objeto de una investigación preliminar por enriquecimiento ilícito y omisión de consignar declaración en documentos.
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En esa ocasión, la gobernante también llegó y salió del edificio de la fiscalía fuertemente resguardada y sin brindar declaraciones a los periodistas que esperaban en los exteriores.
Boluarte se presentó al interrogatorio, acompañada por su abogado Mateo Castañeda, una semana después del allanamiento que hizo un equipo de fiscales anticorrupción y policías en su domicilio y en el Palacio de Gobierno de Lima.
Tras esa diligencia, la mandataria ofreció un pronunciamiento en el que negó poseer relojes y otras joyas valoradas en miles de dólares y pidió a sus compatriotas "pasar la página" sobre este tema. Calificó de "tendenciosas" a las informaciones que publicaron medios locales sobre este tema
Manifestó que los relojes de lujo que usó en actividades públicas fueron un préstamo que le hizo el gobernador de la región sureña de Ayacucho, Wilfredo Oscorima.