EFE.- Casi 40 días después de la renuncia presentada por el ministro argentino de Infraestructura, Guillermo Ferraro, el Ejecutivo de Javier Milei hizo oficial este martes su salida mediante un decreto.

Según la publicación del decreto 216/2024, que puede verse este martes en el Boletín Oficial, la renuncia de Ferraro se acepta desde el 26 de febrero, pese a que el titular de la cartera dejó el gabinete un mes antes, el 25 de enero.

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El texto oficial, firmado por el mandatario y por el jefe de gabinete del gobierno de Milei, Nicolás Posse, incluye un agradecimiento al "funcionario renunciante" por "los valiosos servicios prestados en el desempeño de su cargo", en el que permaneció apenas 46 días.

La presunta filtración por parte de Ferraro a la prensa de unas palabras dichas por el presidente en la reunión ministerial habría sido el motivo de la salida del entonces titular de Infraestructura.

En medio de tensiones con los gobernadores de las provincias, cuando el oficialismo trabajaba por sacar adelante en el Congreso la Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, más conocida como "Ley Ómnibus" —que finalmente no se aprobó—, Milei habría comentado en el cónclave en la Casa Rosada de aquel 25 de enero: "Los voy a dejar sin un peso, los voy a fundir a todos".

En un conflicto que se mantiene hasta hoy, los gobernadores se oponían al duro ajuste fiscal propugnado por el Ejecutivo nacional que, en la práctica, implica un recorte de los fondos que el Estado debe enviar a las provincias.

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No obstante, la prensa local no tardó en destapar las "diferencias" entre Ferraro y Posse, hombre de la máxima confianza de Milei y quizá la persona más cercana al mandatario dentro del gabinete, junto con su hermana, Karina Milei.

48 horas después, un escueto comunicado de la Oficina del presidente en la red social X informó de que Ferraro iba a presentar su renuncia en las próximas horas "por razones personales".

Esta primera crisis en el gobierno de Milei se dio apenas un mes y medio después de asumir la presidencia, lo que ocurrió el 10 de diciembre de 2023, y un día después de la primera huelga general de la principal central sindical, la Confederación General del Trabajo (CGT), contra las políticas de ajuste del libertario.

Además, supuso una reestructuración del gabinete, que pasó de nueve a ocho ministerios, y dejó las competencias de Infraestructura en la órbita del ministro de Economía, Luis Caputo.