EFE.- El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, publicó este domingo en Twitter que la Organización de los Estados Americanos (OEA) supuestamente “estuvo de acuerdo” con un plan para convertir a las pandillas en un partido político.
“Las pandillas no se imaginaron que ya sabíamos que intentarían evolucionar en una guerrilla”, señaló el mandatario.
Lee también: Documentan miles de arrestos arbitrarios en El Salvador tras el decreto que suspendió libertades civiles
Según Bukele, este plan “fue propuesto” por Raúl Mijango, principal mediador en una tregua entre las pandillas entre 2012 y 2014, al Gobierno de Mauricio Funes (2009-2014) y a su partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que lo habrían “aceptado”.
El presidente Bukele sostuvo, sin dar a conocer pruebas, que “la OEA estuvo de acuerdo”.
Bukele fue parte del FMLN y encabezó las alcaldías de Nuevo Cuscatlán y de la capital San Salvador bajo su bandera. Dicho partido lo expulsó en 2017.
El mandatario salvadoreño sostuvo que por este plan “recibieron entrenamiento militar en los polígonos de tiro, por eso les entregaron armas” a las pandillas.
“Documentos de inteligencia muestran todo el plan, con el fin de llevar a una segunda falsa negociación de paz y convertir a las pandillas en partido político, repartiendo el poder en 3”, indicó.
Agregó que supuestamente el periodista Paolo L\u00fcers, también exmediador en la mencionada tregua, “fue el encargado de convencer” al partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena).
“Por eso pedimos vehículos y equipo para guerra rural desde 2019 (aunque los fondos fueron aprobados hasta que llegó esta Asamblea en 2021)”, indicó y justificó que por esta información son “secretas” las últimas fases de su plan de seguridad.
El viernes, Bukele publicó en su cuenta de Twitter que la OEA “ya no tiene ninguna razón de ser”. No es la primera vez que el jefe de Estado salvadoreño crítica al organismo.
Te puede interesar: A tres años de llegar al poder, Bukele cuenta con 87% de aprobación entre los salvadoreños
En junio pasado, Bukele anunció la ruptura de un acuerdo con la OEA que daba vida a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en El Salvador (Cicies), una promesa de campaña.
“Hemos decidido que como Presidencia también vamos a romper nuestro convenio con la OEA-Cicies porque es un despropósito completo que estemos tratando de combatir la impunidad con precisamente las personas que están promoviendo la impunidad en El Salvador”, dijo Bukele en su momento en una conferencia de prensa.
Esta ruptura se dio después de que se conociera el anuncio del secretario general de la OEA, Luis Almagro, de tener como asesor al exalcalde de San Salvador Ernesto Muyshondt, procesado penalmente en El Salvador y que ha denunciado ser víctima de golpes y malos tratos en prisión.
En esa ocasión, Bukele aseveró que “ya no se puede confiar en la OEA” porque, a su juicio, está “promoviendo una agenda política” y había un “otorgamiento de impunidad a un criminal”, en referencia a Muyshondt.
En un comunicado posterior, la OEA afirmó que sus discrepancias con el Gobierno de El Salvador sobre las tareas de la Cicies hacen “imposible la continuación de los trabajos de la comisión”. Antes de esta ruptura, un representante de la Cicies había presentado avisos a la Fiscalía sobre supuesta corrupción en el manejo de fondos destinados a la atención de la pandemia de la covid-19.
El Salvador se encuentra bajo un régimen de excepción aprobado a finales de marzo y ampliado dos veces por el Congreso tras una escalada de homicidios que se cobró la vida de 87 personas en tres días.
Una investigación de El Faro señala que esta escalada de violencia se desencadenó tras la supuesta ruptura de un pacto entre el Gobierno y la pandilla Mara Salvatrucha (MS13).
El Gobierno de Bukele no se ha pronunciado sobre esta acusación.
En diciembre pasado, Estados Unidos sancionó a dos funcionarios de Bukele por las “negociaciones secretas” con la MS13.