Reuters.- La delegación del gobierno de Venezuela llegó este viernes a la Ciudad de México para la firma de un "acuerdo social" con opositores, como parte de los diálogos políticos que estaban suspendidos desde hace más de un año.
Las negociaciones entre gobierno y oposición, que facilitó el Noruega, se retoman tras meses de encuentros reservados de ambas partes y en la que Estados Unidos ha jugado un rol al dejar claro que permitir que la petrolera Chevron asuma un rol más amplio en el sector energético de Venezuela depende de su regreso a las conversaciones en México.
La delegación oficialista, liderada por Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, y la de la oposición que encabeza Gerardo Blyde, tienen previsto firmar el sábado un “acuerdo social”, que según el representante del gobierno de Nicolás Maduro, crea “un mecanismo práctico para abordar necesidades sociales vitales” en Venezuela.
“Estamos interesados (\u2026) en que nuestros asuntos sean resueltos a través de la discusión y el diálogo en el marco que nos da la Constitución”, dijo Rodríguez a su llegada a México con su delegación de nueve personas y en las que hubo un cambio para incluir a Camila Fabri, esposa del empresario de origen colombiano Alex Saab.
La extradición de Saab, se dio en octubre del 2021, desde Cabo Verde a Estados Unidos por cargos de lavado de dinero, lo que provocó la molestia del gobierno Maduro y que suspendieran las conversaciones. Desde entonces el gobierno venezolano demanda su excarcelación.
El presidente del parlamento ha dicho que con el acuerdo se busca atender problemas en la prestación de servicios públicos como la electricidad, salud y escuelas, usando el dinero que esperan descongelar en el sistema financiero internacional, pero no ha dado detalles sobre montos o plazos para recibir esos fondos, que serían administrados por la ONU.
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Maduro dijo el jueves por la noche que el diálogo estará en “función de recuperar los recursos secuestrados para invertirlos en el pueblo. Después veremos qué otros temas se pueden conversar con esta oposición”. Los opositores ven en los diálogos una vía para salir de la crisis con un eventual acuerdo para ir a elecciones “libres y justas” presidenciales, previstas para el 2024.