El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este martes que tras la imposición de aranceles, los otros países los están llamando "besandole el trasero” para negociar los gravámenes.
“Esta es la transacción más grande en la historia de nuestro país, y no dejen que algunos de estos políticos anden diciendo lo contrario, porque les digo, estos países nos están llamando, besándome el trasero”, dijo el presidente durante su participación en una gala del Comité Nacional de Congresistas Republicanos.
“Ustedes no negocian como yo negocio. Si el Congreso toma el control de las negociaciones, vendan a Estados Unidos rápido, porque se van air a la quiebra”, agregó el mandatario.
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El pasado 2 de abril, jornada que Trump bautizó como el "Día de la Liberación", anunció un arancel global del 10% para todos los países con los que Estados Unidos mantiene relaciones comerciales, medida que entró en vigor el pasado sábado.
Además, anunció aranceles adicionales para los que Washington considera "los peores infractores", debido a sus elevados déficits comerciales con Estados Unidos.
Estas nuevas tasas, que entrarán en vigor a las 00:01 hora del este de Estados Unidos de mañana, miércoles 9 de abril, incluyen un arancel adicional del 50% para China, lo que elevará la tasa total de importación para ese país al 104%, así como un gravamen del 20% para la Unión Europea.
Posteriormente, en un acto en la Casa Blanca, Donald Trump, dijo que Estados Unidos ingresa 2 mil millones de dólares al día por los aranceles que impuso a las importaciones de otros países.
"Es mucho dinero. Y Estados Unidos va a volver a ser muy rico, muy pronto. Lo van a ver", aseguró Donald Trump.
El presidente de Estados Unidos también afirmó este martes que desea alcanzar "acuerdos a medida" con los países a los que ha impuesto aranceles y que ya se han mostrado dispuestos a negociar con Washington.
Con información de EFE