Reuters.- El vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, visitará Groenlandia el viernes, en un momento en el que el presidente Donald Trump ha renovado su insistencia en que Washington tome el control del territorio semiautónomo danés.
En una versión modificada de un plan de viaje que había enfadado a las autoridades tanto de Groenlandia como de Dinamarca, se espera que Vance vuele a la base militar estadounidense de Pituffik, en el norte de la isla ártica.
La delegación, de la que también formarán parte la esposa de Vance, Usha, el asesor de seguridad nacional, Mike Waltz, y el secretario de Energía, Chris Wright, tenía previsto aterrizar cerca de las 1530 GMT.
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Se habían previsto protestas de los residentes en relación con la visita, pero el cambio en el plan de viaje significa que Vance y su esposa no se reunirán con el público.
Según los términos de un acuerdo de 1951, Estados Unidos tiene derecho a visitar su base siempre que lo desee, siempre que lo notifique a Groenlandia y Copenhague. Pituffik está situada en la ruta más corta entre Europa y Norteamérica y es vital para el sistema estadounidense de alerta de misiles balísticos.
Trump reiteró su deseo de apoderarse de Groenlandia tan recientemente como el miércoles, diciendo que Estados Unidos necesita la isla estratégicamente ubicada para la seguridad nacional e internacional.
"Así que creo que llegaremos hasta donde tengamos que llegar. Necesitamos Groenlandia y el mundo necesita que tengamos Groenlandia, incluida Dinamarca", afirmó.
La isla, cuya capital, Nuuk, está más cerca de Nueva York que la capital danesa, Copenhague, cuenta con riquezas minerales, petrolíferas y de gas natural, pero su desarrollo ha sido lento y el sector minero ha visto muy limitada la inversión estadounidense. Las empresas mineras que operan en Groenlandia son en su mayoría australianas, canadienses o británicas.
Un responsable de la Casa Blanca ha dicho que Groenlandia tiene un amplio suministro de minerales de tierras raras que impulsarían la próxima generación de la economía estadounidense.
La cuestión ahora es hasta dónde está dispuesto a llevar Trump su idea de apoderarse de la isla, dijo Andreas Oesthagen, investigador principal sobre política y seguridad del Ártico en el Instituto Fridtjof Nansen, con sede en Oslo.
"Sigue siendo poco probable que Estados Unidos utilice medios militares", dijo a Reuters.
"Pero es desgraciadamente probable que el presidente Trump y el vicepresidente Vance sigan utilizando otros medios de presión, como declaraciones ambiguas, visitas semioficiales a Groenlandia e instrumentos económicos", añadió.