Rafael Caro Quintero, fundador del Cártel de Guadalajara que pasó décadas en prisión en México por el asesinato del agente antidroga estadounidense Enrique “Kiki” Camarena, se declaró este viernes no culpable ante un tribunal estadounidense de cargos de narcotráfico que podrían acarrear su ejecución.
Las autoridades mexicanas entregaron el jueves a Caro Quintero y a otros 28 miembros presuntos narcotraficantes a Estados Unidos como parte de la mayor colaboración en años.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con imponer aranceles del 25% a los productos mexicanos a partir del 4 de marzo, por lo que su administración considera avances insuficientes para frenar el tráfico de fentanilo y los flujos migratorios hacia Estados Unidos.
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Caro Quintero, de 72 años, se declaró inocente de los cargos de dirigir una empresa criminal, de tráfico de drogas y de uso ilegal de armas de fuego en una audiencia ante el juez federal Robert Levy en Brooklyn.
La sesión de este viernes, después de que el narcotraficante fuera enviado ayer a Estados Unidos desde México, sorprendió por la falta de precedentes en el despliegue: más de un centenar de agentes de la DEA, otra treintena de trabajadores del Departamento de Justicia y una veintena de periodistas internacionales siguieron la audiencia para la lectura de cargos.
"Después de 40 años, el señor Quintero, quien asesinó al agente de la DEA Enrique "Kiki" Camarena, está ante la Justicia estadounidense. Huyó durante años en las zonas rurales de Sinaloa, pero la Justicia estadounidense nunca olvida", aseguró la fiscal Saritha Komatireddy sobre el septuagenario capo acusado de ordenar dar muerte del agente en 1985.
Este viernes Caro Quintero y Vicente Carrillo Fuentes, también extraditado, fueron presentados ante el juez Robert M. Levy, de la corte federal para el Distrito Este de Nueva York, para escuchar los cargos en su contra.
Con información de Reuters y EFE