AP.- Seis trabajadores penitenciarios de Nueva York han sido acusados de asesinato en segundo grado por la muerte a golpes de un preso mientras estaba esposado, mientras otros fueron acusados de crímenes menores.
La gobernadora de Nueva York había informado que los trabajadores de la prisión serían arrestados por la muerte de Robert Brooks en el Centro Correccional de Marcy en diciembre.
La golpiza a Brooks fue captada por cámaras corporales, lo que provocó indignación generalizada y llamados a la justicia. La gobernadora Kathy Hochul anunció los cargos de asesinato el jueves por la tarde en un comunicado.
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“Robert Brooks debería estar vivo hoy. El ataque brutal contra el señor Brooks fue repugnante, y de inmediato tomé medidas para despedir a los involucrados. Ahora, los perpetradores han sido acusados por asesinato y la Policía del Estado está realizando arrestos”, dice el comunicado.
Algunos de los trabajadores penitenciarios comparecieron en un tribunal de Utica, esposados, donde un juez escuchó las declaraciones y sopesaba dejarlos libres bajo fianza.
El fiscal William Fitzpatrick compareció ante el juez y empezó a detallar los cargos contra los carceleros. Fitzpatrick había dicho anteriormente que no comentaría sobre la investigación hasta que un jurado investigador hubiera actuado.
El video
El video de una cámara corporal muestra a los oficiales golpeando a Brooks, cuyas manos están esposadas tras su espalda. Los oficiales le golpean en el pecho con un zapato, lo levantan por el cuello y lo dejan caer. El video grabado la noche del 9 de diciembre no tiene sonido, pero los guardias que infligen el castigo y lo observan parecen despreocupados. Brooks, de 43 años, murió al día siguiente.
Un informe de autopsia emitido por la oficina del médico forense del condado en enero concluyó que la muerte de Robert Brooks fue causada por compresión del cuello y múltiples lesiones por impacto contundente, y que la muerte se determinó como un homicidio, según los abogados de la familia de Brooks.
Hochul ha ordenado a los funcionarios estatales que inicien procedimientos para despedir a más de una docena de empleados implicados en el ataque.
Brooks había estado cumpliendo una condena de 12 años de prisión por asalto en primer grado desde 2017. Llegó a la prisión, ubicada a 320 kilómetros al noroeste de la ciudad de Nueva York solo unas horas antes de la golpiza, tras ser transferido desde otra instalación cercana, dijeron los funcionarios.
El hijo de Brooks, Robert Brooks Jr., afirmó en una demanda federal presentada en enero que los atacantes de su padre “lo golpearon sistemáticamente y de manera casual hasta matarlo” y que el sistema penitenciario tolera la violencia.
Incluso antes de la muerte de Brooks, empleados de la prisión de seguridad media habían sido acusados de abusar de los presos.
Fitzpatrick asumió el caso como fiscal especial después de que la fiscal general del estado, Letitia James, se rehusara, citando la representación de su oficina a varios oficiales implicados en demandas civiles separadas. Estos empleados habían sido acusados anteriormente de participar en golpizas previas a reclusos o de permitir que continuaran.
Un grupo de vigilancia informó sobre “abuso desenfrenado por parte del personal” en Marcy después de entrevistar a personas encarceladas allí en octubre de 2022. La Asociación Correccional de Nueva York dijo que les informaron sobre agresiones físicas en lugares sin cámaras, como entre las puertas, en furgonetas y en las regaderas.
Un guardia le dijo a un preso nuevo que este era un “‘centro de contacto físico’, vamos a poner las manos sobre ti si no nos gusta lo que estás haciendo”, según el informe.