Reuters.- Las deportaciones de migrantes en Estados Unidos aumentaron el año pasado al nivel más alto desde 2014, según un informe del gobierno estadounidense publicado este jueves, parte de un impulso más amplio del presidente saliente Joe Biden para reducir la migración ilegal.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) deportó a unos 271 mil migrantes a 192 países en el año fiscal 2024, que terminó el 30 de septiembre, según el informe anual de cumplimiento de la agencia. El recuento fue el más alto desde que Biden asumió el cargo en 2021 y más alto que cualquier año de la administración 2017-2021 del presidente electo Donald Trump, según las estadísticas del gobierno estadounidense.
Biden, demócrata, asumió el cargo prometiendo hacer retroceder las políticas de migración más restrictivas de Trump, pero luchó contra los altos niveles de migración ilegal y endureció gradualmente su enfoque de aplicación. Trump, republicano, ganó otro mandato en la Casa Blanca en noviembre prometiendo deportar a un número récord de migrantes ilegales en Estados Unidos como parte de una represión más amplia.
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Unos 11 millones de migrantes carecían de estatus legal o tenían protecciones temporales en 2022, según estimaciones del Gobierno y de grupos de expertos, una cifra que algunos analistas sitúan ahora entre 13 y 14 millones.
La administración entrante de Donald Trump planea aprovechar los recursos de todo el gobierno federal para impulsar la iniciativa de deportación prevista, informó Reuters el mes pasado.
Trump intentó aumentar las deportaciones durante su primer mandato con un éxito limitado. ICE removió a 267 mil inmigrantes en el año fiscal 2019, menos que la mayoría de los años bajo el predecesor demócrata de Trump, Barack Obama.
Al mirar tanto las deportaciones por ICE como las devoluciones a México por parte de las autoridades fronterizas estadounidenses, Biden tuvo más en el año fiscal 2023 que cualquier año de Trump.
Mientras que las deportaciones aumentaron en el año fiscal 2024, el número de detenciones de migrantes que vivían ilegalmente en Estados Unidos por parte del ICE cayó un 33% en comparación con el año anterior, según el informe anual de la agencia, que atribuyó el descenso a un mayor número de agentes que ayudan en las operaciones de seguridad fronteriza.