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Las bajas temperaturas en Chicago complican el alojamiento de solicitantes de asilo; los albergues están saturados
Viernes 15 de Noviembre de 2024

Las bajas temperaturas en Chicago complican el alojamiento de solicitantes de asilo; los albergues están saturados

Foto: AP
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AP.- Con temperaturas por debajo de los cero grados en Chicago, decenas de solicitantes de asilo se albergan en el piso superior de una biblioteca hasta que se calme el brutal frío que azota a buena parte del país.

Pero después de eso hay poca claridad en cuanto a los planes de Chicago para ofrecer albergue inmediato al creciente número de migrantes que llegan a la tercera ciudad más grande del país.

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Alrededor de 50 migrantes se alojaron en la planta baja del Centro Bibliotecario Harold Washington, el local más emblemático del centro de la ciudad, durante la ola de frío.

Los migrantes, incluidos los que llegaron por su cuenta para evitar el frío, vivían con otras personas sin hogar. Según el recuento de la ciudad, cinco personas de la biblioteca se encontraban en las listas para refugios. A un reportero de The Associated Press se le negó el acceso al lugar.

Chicago ha tenido problemas durante más de un año para albergar a los recién llegados hasta que se libere espacio en los albergues, y ha recurrido a medidas que, según el gobierno local, son provisionales.

La semana pasada fueron autobuses estacionados. Antes de eso, la solución consistió en utilizar vestíbulos de aeropuertos y cuarteles de policía. Esta respuesta improvisada tiene cansados a voluntarios, grupos sin fines de lucro y migrantes que desconfían de la falta de un plan a largo plazo, en particular durante el largo invierno de la ciudad.

"Para todas las cosas, la palabra preferida de la ciudad es 'temporal' (…) Es su nueva 'palabra curita'", dijo Vianney Marzullo, una voluntaria que ha ayudado a los migrantes en el aeropuerto internacional O'Hare.

Al igual que Nueva York y Denver, Chicago ha pasado apuros para hacer frente a la crisis que comenzó en 2022, cuando los migrantes empezaron a llegar a las ciudades gobernadas por demócratas, en gran parte por iniciativa del gobernador de Texas, Greg Abbott.

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El clima invernal ha complicado aún más los esfuerzos. Nueva York, que ha recibido a más de 170 mil migrantes, desalojó un enorme campamento la semana pasada ante la llegada de una tormenta. Los alcaldes de las grandes ciudades han pedido en repetidas ocasiones más ayuda federal.

La respuesta de Chicago se ha caracterizado por su enfoque desordenado, con una gran dependencia en los voluntarios que han pasado más de un año proporcionando atención médica, alimentos y donaciones.

Los dirigentes municipales afirman que la situación cambia constantemente y que se han presentado contratiempos.

El alcalde Brandon Johnson propuso la idea de un campamento de carpas con calefacción, pero la obra fue cancelada ante el riesgo de contaminación en una antigua instalación industrial.

La ciudad había establecido un límite de 60 días para las estancias en los albergues, pero aplazó dos veces la primera serie de avisos de desalojo debido al mal tiempo. Ahora se enviarán el 1 de febrero, según confirmó el ayuntamiento el miércoles. Mientras tanto, la ciudad ha sido duramente criticada por las condiciones de sus albergues y por la muerte de un niño cuya familia se alojó en uno de ellos.

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Más de 33 mil migrantes, en su mayoría venezolanos, han llegado a Chicago desde 2022.

Actualmente, casi 15 mil migrantes viven en 28 albergues y la ciudad no para de abrir más. Muchas personas se han ido a otros lugares o viven con familiares y amigos en la zona. Chicago, al igual que otras ciudades, ha ofrecido boletos de autobús para salir de la ciudad.

La ciudad ya no utiliza los cuarteles de policía para albergar a los migrantes, pero aún mantiene el aeropuerto internacional O'Hare, y algunos solicitantes de asilo se quedan ahí durante semanas mientras esperan ingresar a un albergue.

En las inmediaciones se construyen seis carpas climatizadas que, según la ciudad, se utilizarán para la recepción y servicios, como la atención médica. No está claro si también se utilizarán como alojamiento.