EFE.- La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este miércoles un proyecto de ley que refuerza el proceso electoral y busca evitar que se cuestione el resultado de las presidenciales para garantizar una transición de poder pacífica.
El proyecto de ley fue respaldado por 229 votos a favor y 203 en contra. Esta propuesta de ley impulsada por la congresista republicana Liz Cheney y la demócrata Zoe Lofgren, dijeron en sus discursos que están en favor de esta ley debido al asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, que tuvo lugar mientras se certificaba la victoria de Joe Biden frente a Donald Trump.
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Esta reforma, según dijo este miércoles Zoe Lofgren en Twitter, aboga por defender el Estado de derecho y garantizar que futuros ataques a la integridad de unos comicios presidenciales no lleguen a buen puerto.
“Este proyecto de ley es crucial y muy importante para garantizar que lo que sucedió el 6 de enero no se repita”, añadió en el debate parlamentario Cheney, vicepresidenta, además del comité bipartidista del Congreso que investiga ese asalto.
Donald Trump dijo el año pasado a sus seguidores que el entonces vicepresidente, Mike Pence, tenía el poder de rechazar el recuento electoral ya certificado por los diferentes estados.
Aunque Pence afirmó públicamente que la Constitución no le otorgaba ese poder, muchos trumpistas que participaron en la protesta reclamaron que lo “colgaran” al pensar que podría haber evitado la victoria demócrata.
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La reforma validada por la Cámara de Representantes deja claro que el vicepresidente, puesto ocupado en la actualidad por Kamala Harris, no tiene el poder de revocar los resultados de las presidenciales.
Este proyecto de ley “no beneficia a ningún partido”, sostiene el texto, que insiste en que no socava la autoridad constitucional de los estados y que subraya que las elecciones en un estado solo se pueden ampliar si un juez federal estima que un “fenómeno catastrófico” ha afectado a un número suficiente de votos como para cambiar el resultado.
El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, coincide en que la ley electoral debería ser reformada, pero no ha afirmado de forma clara si apoyará la propuesta llegado el momento en la Cámara Alta.
Esta reforma llega después de que un grupo de senadores de ambos partidos dieran a conocer en julio otra iniciativa para dotar de mayores garantías al recuento electoral y dificultar que los legisladores los cuestionen.
En la actualidad, se necesita sólo a un diputado de la Cámara de Representantes y a otro del Senado para plantear una objeción. El acuerdo cerrado en el Senado ampliaría ese umbral a una quinta parte en ambas instituciones, mientras que la de la Cámara de Representantes lleva el porcentaje requerido a un tercio.