El gobierno de Estados Unidos anunciará este jueves sanciones contra varios funcionarios cubanos por su papel en la represión de las protestas antigubernamentales que ocurrieron a principio de este mes, de acuerdo con la Casa Blanca.
La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que las sanciones las anunciará esta tarde el Departamento del Tesoro en conjunto con el Departamento de Estado, sin dar detalles sobre el contenido de las mismas.
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“La postura del gobierno de Estados Unidos es que condenamos las detenciones masivas, los juicios irregulares y las desapariciones que enfrentan los manifestantes”, dijo.
Se espera que las sanciones se impongan a los funcionarios de las fuerzas de seguridad acusados de abusos contra los derechos humanos contra ciudadanos que participaron en las mayores protestas de este tipo en décadas en la isla, dijo la fuente a Reuters.
Las sanciones, apoyadas en la Ley Global Magnitski sobre Responsabilidad de Derechos Humanos, afectarán inicialmente a un pequeño número de personas del Ministerio del Interior de Cuba y las fuerzas militares, aseguró el Washington Post.
De acuerdo con Politico, la propuesta es extender a más funcionarios las sanciones específicas de la Ley Magnitsky, aprobada originalmente en 2012 para responder a la opresión del gobierno ruso y luego extendida a otros gobiernos como el de Venezuela.
"Esto es enorme", dijo Sasha Tirador, uno de los principales promotores de las sanciones contra la isla entre la comunidad cubana de Miami, a Politico. "Ningún gobierno ha anunciado jamás que responsabilizará a cada individuo que viole los derechos humanos en Cuba", dijo.
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Las medidas se producen cuando el presidente Biden enfrenta una presión cada vez mayor por parte de miembros del Congreso, los grupos de activistas y los cubanoamericanos para tomar medidas más fuertes en apoyo de los manifestantes.
La administración Biden se había alejado de las acciones de su predecesor Donald Trump y revirtió medidas como restringir los viajes y el comercio con la isla, tomando una postura abierta como la del expresidente Barack Obama, quien restableció las relaciones diplomáticas con La Habana en 2015.
Con información de Reuters, The Washington Post y Politico.