AP.- Con muchos empleadores desesperados por contratar, algunos estados están comenzando a cortar los programas de ayuda por desempleo relacionados con la pandemia en respuesta a las quejas de las empresas de que la asistencia les dificulta encontrar trabajadores.

A partir de este mes, 26 estados pondrán fin a un pago de desempleo federal semanal adicional de 300 dólares y 22 de esos estados también cortarán toda la asistencia por desempleo a los trabajadores autónomos y los desempleados por más de seis meses. Los 300 dólares adicionales terminan en todo el país el seis de septiembre.

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Cuatro estados, Alaska, Iowa, Mississippi y Missouri, dejaron de proporcionar el pago de 300 dólares la semana pasada. Todos, excepto Alaska, también cortaron los dos programas que cubrían a los trabajadores por cuenta propia y a los desempleados a largo plazo.

En Iowa, Mississippi y Missouri, alrededor de 163 mil personas ya no reciben ayuda por desempleo debido al corte.

La decisión de 26 estados, casi todos dirigidos por gobernadores republicanos, de reducir los 300 dólares reducirá drásticamente la ayuda por desempleo para aproximadamente 4.7 millones de personas, estima el Proyecto Nacional de Ley de Empleo (NELP, por sus siglas en inglés), un grupo de defensa de los trabajadores. Los beneficios estatales por desempleo proporcionan, en promedio, alrededor de 320 dólares por semana y generalmente reemplazan alrededor del 40% de los salarios anteriores de un trabajador desempleado.

Subsidios por desempleo

El Departamento de Trabajo dijo el jueves que las solicitudes de subsidio por desempleo disminuyeron sólo 7 mil desde la semana anterior a 411 mil, aunque un sondeo entre economistas esperaba que la cifra fuera de 380 mil. Pese a ello, el número de solicitudes semanales de ayuda por desempleo ha caído de manera constante este año desde alrededor de 900 mil en enero. 

El nivel de las solicitudes de desempleo refleja generalmente el ritmo de los despidos, sin embargo, empleadores han manifestado la escasa disponibilidad de mano de obra para cubrir la demanda que se ha disparado.

A medida que la pandemia se desvanece, los estados y las ciudades están levantando más restricciones comerciales (California acaba de reabrir por completo el 15 de junio) y la economía se está recuperando a medida que los consumidores viajan, comen más y visitan cines y parques de diversiones. El crecimiento podría superar el 10% a una tasa anual en el trimestre de abril a junio, según el Banco de la Reserva Federal de Atlanta.

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Aproximadamente 2.3 millones de personas perderán toda su ayuda por desempleo en los 22 estados que han decidido poner fin a los subsidios para los autónomos y los desempleados de larga duración, según NELP.

Una coalición de grupos progresistas publicó un informe el jueves argumentando que el corte anticipado de los beneficios y las dificultades para administrar la ayuda por desempleo antes en la pandemia muestran que el actual sistema de seguro de desempleo, administrado conjuntamente por los gobiernos federal y estatal, es inadecuado para crisis profundas como la la recesión de la Covid-19.

Cuando los cierres pandémicos comenzaron repentinamente en marzo de 2020, la mayoría de los sistemas estatales de desempleo se vieron rápidamente abrumados por las solicitudes de ayuda para el desempleo de millones de trabajadores recién despedidos. Algunos no recibieron beneficios durante meses.

Y cuando el gobierno federal creó los nuevos programas que cubrían a aquellos que no eran elegibles para la ayuda estatal, muchas agencias estatales lucharon para reprogramar software obsoleto, algunos de los cuales datan de la década de 1960, para manejar las aplicaciones adicionales.

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