Idaho se convirtió el martes en el segundo estado en una semana con una regulación que prohíbe el aborto a partir de que se puedan detectar los latidos del corazón del feto, lo que ocurre a las seis semanas de embarazo aproximadamente.

El gobernador de Idaho, el republicano Brad Little, promulgó el proyecto de ley llamado de protección del latido fetal de los niños no nacidos, que prohíbe a los proveedores médicos realizar abortos una vez que se detectan los latidos del corazón.

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"Idaho es un estado que valora la vida más inocente de todas: la vida de los bebés. Nunca debemos ceder en nuestros esfuerzos por proteger las vidas de los no nacidos", dijo Little el martes.

Los trabajadores de la salud que realicen abortos después de que se detecte el latido fetal pueden enfrentar una pena de dos a cinco años en prisión y se les suspenderá la licencia profesional. El aborto sólo puede realizarse en casos de violación, incesto y emergencia médica.

"Cientos y cientos de bebés pierden la vida cada año en Idaho debido al aborto, una absoluta tragedia. Aprecio a los legisladores de Idaho por continuar protegiendo vidas al aprobar esta importante legislación, y me enorgullece convertir la iniciativa en ley hoy", dijo Little.

El estado de Oklahoma aprobó el lunes tres leyes que buscan cerrar las opciones al aborto, al tipificar como "conducta no profesional" ese procedimiento e incluir sanciones como la suspensión de la licencia al médico que interrumpa un embarazo sin que exista un riesgo de muerte.

Las normas aprobadas por el Legislativo local fueron firmadas este lunes por el gobernador de ese estado, el republicano Kevin Stitt, para su entrada en vigor el próximo 1 de noviembre, lo que anticipa una batalla legal por parte de los defensores del aborto, que desde 1973 es legal en Estados Unidos.

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"Tenemos ahora tres leyes más que protegen la vida de los no nacidos", destacó Stitt en su cuenta de Twitter. El latido fetal sólo puede apreciarse mediante una ecografía a partir de la sexta semana de embarazo.

El movimiento ultraconservador y los republicanos han tratado en los últimos años de restringir o prohibir el derecho al aborto en Estados Unidos a través de los estados, pero hasta ahora se han topado con el Tribunal Supremo, que ha defendido su constitucionalidad a nivel federal.

La última vez, en junio de 2020, el Supremo declaró inconstitucional una ley estatal que habría limitado al máximo el acceso al aborto en Luisiana.

Con información de EFE