El elegido por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para secretario de Salud, Xavier Becerra, enfrenta desde este martes dos días de duras audiencias en el Senado en la que los republicanos se cobrarán “una revancha política”. En su declaración de apertura, Becerra dijo que, de ser confirmado, está claro que la pandemia de coronavirus será su principal prioridad.
“El presidente tiene metas ambiciosas: 100 millones de inyecciones de vacunas en brazos en sus primeros 100 días, aumentar el acceso a las pruebas, secuenciar el virus para que estemos preparados para las variantes y reabrir escuelas y empresas. El HHS tiene un papel central en el cumplimiento de estas metas, de manera segura y equitativa “, dijo.
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Los republicanos intentarán a toda costa impedir su confirmación como secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS), advierten expertos, que ven el posible bloqueo como una afrenta a la comunidad latina.
“Hay una cierta venganza por parte de sectores republicanos contra Becerra. Una revancha política porque no le perdonan su defensa al Obamacare, y las demandas que entorpecieron el gobierno de Donald Trump“, advirtió a Efe el profesor de Historia y Estudios Latinos en Pomona College, Miguel Tinker-Salas.
Los republicanos retratan al californiano como no apto, pero los demócratas no se inmutan y acusan al Partido Republicano de hacer política a pesar de la pandemia de Covid-19.
Ahora el fiscal general del estado más poblado de la nación, Becerra será interrogado por dos paneles. El martes es el turno del comité de salud, seguido del miércoles por el comité de finanzas, que votará sobre el envío de la nominación de Becerra al Senado.
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De ser confirmado, sería el primer latino en encabezar el Departamento de Salud y Servicios Humanos, una agencia de 1.4 billones de dólares con una amplia cartera que incluye programas de seguro médico, seguridad y aprobación de medicamentos, investigación médica avanzada y el bienestar de los niños.
Becerra, de 63 años, representó a los vecindarios latinos de Los Ángeles en la Cámara de Representantes de Estados Unidos durante más de 20 años antes de convertirse en el principal oficial de policía de su estado, sucediendo a la vicepresidenta Kamala Harris después de que ganó las elecciones al Senado.
Su política es liberal, pero su estilo es discreto y orientado a la resolución de problemas. Como congresista, desempeñó un papel tras bambalinas dirigiendo la ley de atención médica del presidente Barack Obama a través de las divisiones demócratas en la Cámara.
Con información de agencias