AP .- Un jurado de Minnesota condenó este jueves a una exoficial de policía de los suburbios de Minneapolis con dos cargos de homicidio involuntario por el asesinato de Daunte Wright, un automovilista afroamericano al que le disparó después de que, según dijo, confundió su pistola con su taser.

El jurado, en su mayoría blanco, deliberó durante cuatro días antes de determinar que la exoficial del Brooklyn Center, Kim Potter, es culpable de homicidio en primer y segundo grado. Potter, de 49 años, enfrenta aproximadamente siete años de prisión por el cargo más grave, según las pautas de sentencia del estado, pero los fiscales dijeron que buscarían una pena más larga.

También puedes leer: Cientos acuden a funeral de Daunte Wright en Minneapolis; "mi hijo debió sepultarme", dice su madre

La jueza Regina Chu ordenó que Potter fuera detenida sin fianza y programó la audiencia para dictar su sentencia para el 18 de febrero.

Potter, quien testificó que ella “no quería lastimar a nadie”, miró hacia abajo sin mostrar ninguna reacción visible cuando se leyeron los veredictos. Mientras Chu agradecía al jurado, Potter hizo la señal de la cruz.

Los abogados de Potter argumentaron en contra de su detención sin fianza, diciendo que no iba a cometer otro crimen como con Daunte Wright ni a ir a ningún lado.

“Su remordimiento y pesar por el incidente es abrumador. Ella no es un peligro para el público en absoluto”, argumentó el abogado de Potter, Paul Engh.

Chu rechazó sus argumentos. "No puedo tratar este caso de manera diferente a cualquier otro caso", dijo.

Cuando sacaron a Potter de la sala del tribunal esposada, un hombre gritó “¡Te amamos, Kim!”. Mientras tanto, afuera del juzgado, un grupo de personas coreó "¡Di su nombre! Daunte Wright”. Algunos tenían carteles amarillos que decían “culpable” en grandes letras mayúsculas.

Te puede interesar: Obama pide "reinventar las prácticas policiales" tras la muerte de Daunte Wright

Potter, una mujer blanca, disparó y mató a Wright, de 20 años, durante una parada de tráfico el 11 de abril en Brooklyn Center, mientras ella y otros oficiales intentaban arrestarlo con una orden pendiente por posesión de armas. El tiroteo ocurrió en un momento de alta tensión en el área, con el exoficial de policía de Minneapolis Derek Chauvin siendo juzgado a solo unos kilómetros de distancia por el asesinato de George Floyd.