AP. – Un fiscal de Wisconsin anunció el martes que no presentará cargos penales contra un policía blanco que le disparó por la espalda a Jacob Blake, un hombre afroamericano, en Kenosha el verano pasado, dejándolo paralizado y provocando protestas ocasionalmente violentas en la ciudad.
Los disparos del oficial Rusten Sheskey contra Jacob Blake el 23 de agosto, capturados en un video, pusieron a Wisconsin en el centro de la atención durante un verano marcado por protestas contra la brutalidad policial y el racismo. Más de 250 personas fueron arrestadas en los días siguientes, incluido Kyle Rittenhouse, un joven de 17 años que está acusado de matar a dos hombres y herir a un tercero.
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El fiscal de distrito del condado de Kenosha, Michael Graveley, dijo el martes que “tendría que refutar la clara afirmación de estos oficiales de que tenían que disparar un arma para defenderse”.
“No creo que el estado pueda probar que el privilegio de la autodefensa no está disponible”, añadió.
Graveley dijo que le informó a Blake de la decisión antes de hacer el anuncio oficial en una conferencia de prensa.
Ben Crump, abogado de la familia de Blake, expresó estar decepcionado con la decisión, pues dijo que “destruye aún más la confianza en nuestro sistema judicial” y envía un mensaje de que está bien que la policía abuse de su poder. Indicó que continuará avanzando con una demanda y luchará por un cambio sistémico en la policía.
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“Creemos que esta decisión falló no sólo a Jacob y su familia, sino a la comunidad que protestó y exigió justicia”, dijeron Crump y su asociado en un comunicado. “Instamos a los estadounidenses a que continúen alzando la voz y exigiendo un cambio en maneras pacíficas y positivas durante este momento emocional”.
El incidente que dejó a Blake paralizado ocurrió tres meses después de que George Floyd murió mientras era inmovilizado por policías en Minneapolis. La muerte de Floyd fue captada en video y provocó indignación y protestas por todo Estados Unidos y en otros países.