EFE. – El intento de la mayoría republicana del Senado de Estados Unidos de aprobar un nuevo paquete de estímulo económico para mitigar los efectos de la pandemia fracasó el jueves debido a la oposición de los demócratas que insisten en la necesidad de negociar una versión más amplia.
El fracaso de la votación en la cámara alta del Congreso demostró lo enconadas que están las posturas de ambos partidos y lo difícil que les resultará llegar a un acuerdo para proporcionar alivio fiscal a los estadounidenses antes de las elecciones del 3 de noviembre.
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El plan de los republicanos, que habría permitido el desembolso de unos 500 mil millones de dólares, obtuvo 52 votos a favor y 47 en contra, quedándose corto del umbral de 60 que necesitaba para superar el primer paso hacia su aprobación.
La votación llegó después de meses de debate y desacuerdos entre la propuesta de la oposición demócrata que originalmente buscaba invertir unos 3.4 billones de dólares en el nuevo plan de estímulo y la de los republicanos que inicialmente apostaron por un proyecto de 1 billón de dólares.
Con el tiempo, los demócratas accedieron a rebajar la factura hasta un mínimo de 2.2 billones de dólares, mientras que los conservadores recortaron todavía más su propuesta inicial hasta reducirla a 500 mil millones.
Demócratas quieren un paquete más completo
La oposición, que controla la Cámara de Representantes, argumenta que la propuesta de los republicanos no ayudará a hacer frente a los efectos económicos de la pandemia porque no incluye una nueva ronda de cheques a los contribuyentes (como la enviada en abril) ni ayuda específica para los gobiernos estatales y locales.
“Esto es insuficiente. Es completamente inadecuado”, criticó este jueves el líder de la minoría demócrata, Chuck Schumer.
Mientras, el líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell, acusó a los demócratas de “preocuparse más por la política que por ayudar” a las familias.
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En marzo, un paquete de estímulo económico de 2.2 billones de dólares, el mayor de la historia moderna del país, fue aprobado para contrarrestar los efectos de la pandemia del coronavirus, pero la gravedad de esta lo ha mostrado insuficiente.
Ese paquete de estímulo incluía un refuerzo adicional de 600 dólares semanales para los desempleados que se convirtió en el salvavidas de muchas familias. Ese beneficio, sin embargo, caducó al acabar julio y la falta de un acuerdo para un nuevo plan ha complicado las cosas para muchos estadounidenses.