EFE.- El asesinato de dos personas en las protestas de los últimos días en Estados Unidos, que se atribuye a un joven de 17 años armado que apoyaba informalmente a la policía, es la consecuencia de la ausencia de controles para la posesión de armas, dijo hoy un portavoz de la ONU.
“Lo vemos como otro desafortunado ejemplo de la falta o, en todo caso, de la insuficiencia de medidas de control de armas en Estados Unidos“, declaró a la prensa el portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Rupert Colville.
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“Es inconcebible que haya un chico de 17 años corriendo con un rifle automático en posición de disparar a otros y en una situación tan tensa”, agregó.
Un joven menor de edad identificado como Kyle ha sido detenido y acusado en Estados Unidos de dos muertes y de heridas causadas a una tercera persona en un enfrentamiento con manifestantes que protestaban en Wisconsin después de que un policía disparara siete veces por la espalda al afroamericano Jacob Blake.
“Hechos como éste no sólo son recurrentes, sino que pueden prevenirse perfectamente”, sostuvo Colville.
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Recordó que la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, que dirige la alta comisionada Michelle Bachelet, ha hecho varios llamamientos para que se prohíban los rifles de asalto y se regule la adquisición, posesión y uso de por parte de civiles de armas de fuego.
Todo ello, opinó el portavoz, ayudaría a prevenir episodios de violencia y asesinatos.
“Hemos elaborado dos informes al respecto, el último en 2019, que describen el devastador impacto de la violencia con armas de fuego en los derechos humanos”, recordó.
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Colville comentó que, a pesar de los movimientos ciudadanos que se han gestado para hacer frente a la brutalidad policial contra la población afroamericana y, más ampliamente, contra el racismo estructural en Estados Unidos, “es difícil creer que tendrán éxito en la medida en que las armas están disponibles, en especial los rifles de asalto”.
Asimismo, dijo que las promesas de reformas en los departamentos locales de policía “no se han producido y los asesinatos continúan”. Por lo que "hay un inmenso trabajo por hacer tanto en los departamentos de policía como entre los policías mismos”.
“La situación es tan tensa que las autoridades deben manejarla de una manera inteligente, no sólo poniendo a las fuerzas de seguridad al frente de los manifestantes”, concluyó.