La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos gastó 112 millones de dólares aprobados para comprar comida y medicinas para los migrantes en vehículos todoterreno, comida para perro, embarcaciones y sistemas de aire acondicionado.
En un informe, la Oficina de Control de Cuentas (GAO), un organismo independiente de investigación del Congreso, aseguró que “la CBP violó el propósito establecido” en la creación de ese fondo al gastar en asuntos “ajenos a ese propósito”.
“El Congreso proporcionó estos fondos adicionales con el objetivo principal de mejorar las condiciones de los migrantes en la frontera y garantizar que los inmigrantes recibieran atención médica adecuada después de la muerte de varios niños detenidos”, dijo el representante demócrata Bennie Thompson.
El legislador, que preside el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, aseguró que, en lugar de ayudar a los migrantes y mejorar sus condiciones, la CBP “violó la ley al gastar los fondos de los contribuyentes en cosas no autorizadas, como vehículos todoterreno, motocicletas y sistemas informáticos“.
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La GAO examinó los gastos de la CBP para saber cómo había utilizado los fondos de emergencia aprobados en el 2019 para financiar la compra de alimentos, productos de higiene y atención médica, y determinó que los gastos fueron otros.
Por ese motivo, este organismo de investigación recomendó a la CBP modificar su contabilidad para imputar los gastos a las categorías adecuadas y destinar el presupuesto correspondiente a las necesidades de los inmigrantes.
Además, la GAO señaló en el informe que “si la CBP carece de suficiente autoridad presupuestaria para hacer los ajustes, debería informar de una violación (…) como lo exige la ley”.
El Congreso había aprobado estos fondos de ayuda humanitaria de emergencia cuando en la frontera con México la afluencia de migrantes alcanzaba cifras récord. Como consecuencia, los centros de procesamiento de la CBP estaban saturados con extranjeros que pedían asilo.