Tras días de protestas violentas en Seattle, la policía local se ha retirado en gran medida de un vecindario en donde los manifestantes han creado una escena que tiene furioso al presidente Donald Trump.
El mandatario estadounidense criticó en redes sociales al gobernador de Washington, Jay Inslee, y a la alcaldesa de Seattle, Jenny Durkam, y dijo que la ciudad fue tomada por "anarquistas". De igual manera, amenazó con intervenir en caso de no ver una respuesta por parte de las autoridades locales.
"Tomen control de su ciudad ahora. De no hacerlo, yo lo haré", tuiteó Trump el jueves. "Esto no es un juego", agregó
Donald Trump ha alentado a los gobernadores del país a desplegar a la Guardia Nacional para ayudar con las protestas por la muerte de George Floyd que han tenido lugar en varias ciudades del país y que, en ocasiones, han llegado a tornarse violentas.
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Tanto Inslee como Durkam, ambos demócratas, respondieron a los cometarios del presidente estadounidense.
El gobernador de Washington afirmó en un tuít que los funcionarios estatales no responderán a las amenazas de la Casa Blanca de utilizar fuerzas militares y apuntó que el ejército estadounidense "protege a los estadounidenses y no a la fragilidad de un presidente inseguro".
"Un hombre completamente incapaz de gobernar debería de alejarse de los asuntos del estado de Washington", añadió.
La alcaldesa de Seattle, por su parte, le pidió al presidente que "regrese a su búnker" para que todos los estadounidenses "se sientan seguros".
El mandatario pasó casi una hora en el búnker de la Casa Blanca el pasado 29 de mayo cuando cientos de manifestantes se reunieron afuera de la residencia presidencial.
Trump le contestó a ambos y nuevamente amenazó con involucrarse para controlar las manifestaciones en Seattle.