El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, anunció que las pruebas de coronavirus están consideradas como un beneficio “esencial” para la salud, por lo que serán cubiertas por seguros privados, subvencionados, Medicare y Madicaid.

"El objetivo final es tener pruebas disponibles del virus en su médico local, su CVS (farmacia en línea por sus siglas en inglés)," dijo Pence durante una conferencia en la Casa Blanca.

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Sin embargo, en las últimas cifras del censo estadounidense se reveló que más de 27 millones de ciudadanos carecen de cobertura sanitaria.

Al inicio del reporte sobre el estado del coronavirus en Estados Unidos, Pence hizo un llamado a los estadounidenses para evitar compras de pánico.

“No hay necesidad de comprar mascarillas”, dijo, y añadió que para evitar contagios es suficiente seguir las medidas básicas como lavarse las manos, no tocarse la cara o saludarse de beso.

El vicepresidente insistió que el riesgo para los estadounidenses ante el COVID-19 permanece bajo.

El funcionario abundó que tanto los laboratorios estatales como todos los universitarios de las localidades "ya tienen capacidad de realizar pruebas de coronavirus".

Es así que alrededor de 1.5 millones de kits para hacer las pruebas de la enfermedad están en camino para Estados Unidos.

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El vicepresidente explicó que tras una reunión con directivos de aerolíneas, acordaron que las personas que viajan a los Estados Unidos en vuelo directo desde Italia o Corea del Sur serán sometidas a pruebas sanitarias antes de despegar.

En caso de que alguien salga positivo, la aerolínea correspondiente tendrá que enviar un reporte del estado de los demás pasajeros.