AP.- El príncipe Harry perdió el viernes su apelación contra la decisión del gobierno del Reino Unido sobre retirarle equipos de seguridad financiada con fondos públicos después de que renunciara a sus deberes con la familia real y se mudara a Estados Unidos junto con su esposa Meghan Markle.
El Tribunal de Apelación dictó por unanimidad que, el comité no había tratado injustamente a Harry quien habría decidido revisar su protección caso por caso siempre que visitara Reino Unido
El juez Geoffrey Vos dijo en un fallo de 21 páginas que él se sintió maltratado y, que su abogado había presentado argumentos poderosos y conmovedores en su nombre. Sin embargo, afirmó que la queja de Harry no constituía una base legal para impugnar la decisión de negarle seguridad regular.
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“Desde el punto de vista de Harry, algo pudo haber salido mal, en el sentido de que una consecuencia no deseada sobre su decisión de alejarse de los deberes reales para pasar la mayor parte de su tiempo en el extranjero. Por esto se le ha proporcionado un nivel de protección más personalizado y, en general, menor que cuando estaba en el Reino Unido”, dijo el juez “Pero eso, por sí solo, no da lugar a una queja legal”.
Es probable que el fallo deje al duque de Sussex con una gran factura para pagar los honorarios legales del gobierno del Reino Unido, además de los costos de sus propios abogados.
No estaba claro de inmediato si intentaría apelar ante el Tribunal Supremo del Reino Unido.
El fallo confirmó la decisión de un juez del Tribunal Superior del año pasado que determinó que un plan “personalizado” para la seguridad del príncipe no era ilegal, irracional o injustificado.
El príncipe hizo una rara aparición en la audiencia de dos días el mes pasado mientras su abogado argumentaba que su vida estaba en peligro y que el Comité Ejecutivo Real y VIP lo había señalado para un trato inferior.
Afirma que ha sufrido amenzas a su seguridad
Harry y su esposa Meghan, la duquesa de Sussex, se alejaron de sus roles oficiales con la familia real en 2020, porque no sentían que estaban “siendo protegidos por la institución”, dijo su abogado.
Después de hacerlo, un comité del Ministerio del Interior dictó que “no había base para el apoyo de seguridad financiado con fondos públicos para el duque y la duquesa dentro de Gran Bretaña” por lo que Enrique afirmó que tanto él como su familia estaban en peligro cada que visitaran el Reino Unido.
Una ola de hostilidad dirigida hacia él y Meghan en las redes sociales y al acoso implacable de los medios de comunicación son motivos suficientes para que el príncipe se sienta inseguro en su país natal.
Desde que perdió su protección, Harry enfrentó al menos dos amenazas serias de seguridad, dijo su abogado en documentos judiciales.
Al Qaeda había publicado un documento que decía que el asesinato de Enrique complacería a los musulmanes, y él y su esposa estuvieron involucrados en una persecución de paparazzi en Nueva York.
Harry, de 40 años, el hijo menor del rey Carlos III, ha desafiado la convención de la familia real al llevar al gobierno y a la prensa sensacionalista a los tribunales, donde tiene un historial mixto.
Perdió un caso judicial relacionado en el que buscaba autorización para pagar de forma privada por un equipo de policía cuando estuviera en el Reino Unido. Un juez negó esa oferta después de que un abogado del gobierno argumentara que los oficiales no deberían ser utilizados como “guardaespaldas privados para los ricos”.