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"Escribir y eliminar": el método para reducir los sentimientos de ira
Sábado 9 de Noviembre de 2024
SALUD EMOCIONAL

"Escribir y eliminar": el método para reducir los sentimientos de ira

Aprender a controlar la ira en el hogar y en el lugar de trabajo puede reducir las consecuencias negativas en nuestra vida personal y laboral

Créditos: EFE
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Un grupo de investigación de la universidad japonesa de Nagoya (NU), en el centro de la isla de Honshu, ha descubierto que escribir la reacción ante un incidente negativo, como ser insultado, en un trozo de papel, y luego triturarlo o tirarlo a la basura, reduce los sentimientos de ira.

“Esperábamos que este método de ‘escribir y eliminar lo escrito’ suprimiera la ira hasta cierto punto, pero nos sorprendió que la ira se eliminara casi por completo”, destaca Nobuyuki Kawai, especialista en psicología, cognición y neurociencia de la NU y autor principal de la investigación.

Aprender a controlar la ira en el hogar y en el lugar de trabajo puede reducir las consecuencias negativas en nuestra vida personal y laboral, y este método para controlarla puede ser fácil de recordar y de aplicar, según Kawai.

Para su investigación, publicada en Scientific Reports bajo el título "Anger is eliminated with the disposal of a paper written because of provocation", Kawai y su estudiante de posgrado Yuta Kanaya, ambos del área de Informática de la NU, pidieron a los participantes en el estudio que escribieran opiniones sobre problemas sociales, como por ejemplo si se debería prohibir fumar en público.

Independientemente de cuáles fueran sus opiniones, los evaluadores les dieron una puntuación baja en inteligencia, interés, amabilidad, lógica y racionalidad y les dedicaron el mismo comentario insultante: “No puedo creer que una persona educada pueda pensar así. Espero que esta persona aprenda algo mientras esté en la universidad”.

Eliminar el enfado por escrito

Después de repartir estos comentarios negativos, se les pidió a los participantes que escribieran sus pensamientos sobre este acontecimiento provocador y las emociones que desencadenó en ellos.

Finalmente, se le pidió a algunos participantes que tiraran el documento que habían escrito a la basura o lo guardaran en un archivo sobre su escritorio, y a otros que destruyeran el documento en una trituradora o lo colocaran en una caja de plástico.

Se comprobó que los niveles de enojo de quienes tiraron su hoja escrita a la basura o la trituraron desaparecieron tras deshacerse de la hoja, volviendo a su estado emocional inicial. En cambio, aquellos que se quedaron con una copia de su escrito sólo experimentaron una pequeña disminución en su enojo general.

“Esta técnica podría aplicarla al instante una persona, por ejemplo un empresario que está en una situación de negocios estresante, escribiendo la fuente de su ira como si estuviera tomando una nota y luego tirándola a la basura”, señala Kawai.

“Proponemos este método como una forma poderosa y sencilla de eliminar la ira”, destaca.

Para Kawai, este descubrimiento también puede arrojar luz sobre la tradición cultural japonesa del Hakidashisara, un festival anual que tiene lugar en un santuario a las afueras de Nagoya, en el que los participantes rompen pequeños discos que representan cosas que los hacen enojar y que experimentan una sensación de alivio después de salir del festival.

La antesala de la ira

“El ser humano a veces cree que no puede elegir, y que las reacciones irascibles son imposibles de gestionar porque salen al exterior de manera demasiado automática, pero esto no es así”, comentó Pilar Guerra Escudero, psicóloga clínica y asesora ejecutiva (Pilar Guerra Psicóloga - Psicóloga Pilar Guerra.

“Es el propio individuo el que decide gestionar o no sus emociones”, enfatizó.

Guerra sugirió, como medida preventiva de los estallidos de ira, ponernos en “modo reflexivo” y revisar algunas conductas o pensamientos de irritabilidad y frustración, que pueden considerarse como la antesala de los episodios de ira.

Explicó que la irritabilidad viene dada como consecuencia de habernos sentido mal y esta emoción a su vez es consecuencia de un tipo de pensamiento que hemos tenido ante una situación.

“Atender a nuestros pensamientos es darnos una oportunidad para revisar las interpretaciones que damos a los hechos y poder reconducirlas”, recomendó.

También sugiere revisar nuestras necesidades, deseos y expectativas de manera diaria, para manejar la frustración.

“A más necesidades creadas, más deseo de alcanzarlas, y más expectativas puestas en la certeza de que los hechos ocurrirán como deseamos, por lo que `más grande será la caída´ cuando veamos que no sucede la historia que nos habíamos contado a nosotros mismos”, señaló.

También aconsejó tener cuidado con el perfeccionismo, “que suministra el combustible para que pasemos gran parte del día enfadados”.

“Las personas perfeccionistas tienen un alto grado de exigencia para consigo mismas y para con los demás. Ese querer que todo sea impecable es una distorsión que les impide estar relajadas y de buen humor”, según Guerra.

Por otra parte, cuando una persona tiene un nivel de dependencia extremo respecto de otra, al punto de hacer que su vida gire en torno a ella, suele incurrir en una hipervigilancia de la vida ajena, que aumenta las posibilidades de enfados, desencuentros e irritabilidad, según esta psicóloga.

Esa persona dependiente e hipervigilante tiende a reprochar todo aquello que no le gusta de los demás, y a enfadarse por ello, apunta.

Significado de romper objetos

Respecto de la investigación de la Universidad de Nagoya, Guerra explicó que “en algunas culturas, como la japonesa, la práctica de romper objetos como platos en festivales o rituales específicos tiene un significado cultural y psicológico profundo”.

“Romper objetos puede ser una forma simbólica de liberar la ira, el estrés y las emociones reprimidas, permitiendo una catarsis emocional saludable”, detalló.

“La ruptura de objetos también puede representar la ruptura de patrones negativos, la liberación de obstáculos y la búsqueda de un nuevo comienzo”, según Guerra.

“Al tomar el control de la destrucción de un objeto, las personas pueden sentir una sensación de control sobre sus emociones y sobre su propia vida”, concluye.