La primera gran ronda de desfiles presenciales de la Semana de la Moda de Nueva York comenzó con Christian Siriano, que mostró la inspiración de las mujeres italianas en su vida a través del encaje.
Con Katie Holmes y Lil' Kim en primera fila y la cantante Marina en el micrófono sobre la pasarela, arrancó uno de los eventos de moda más esperados.
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Desde el ornamentado Gotham Hall, bajo un tragaluz de vitrales de más de 21 metros de altura, el compromiso de Siriano con la inclusión de mujeres de todos los tamaños nunca quedó tan claro como el martes, cuando abrió y cerró su show con la modelo Precious Lee.
Con su público reducido a 300, de sus 800 invitados habituales debido a la pandemia, Siriano evocó fotografías antiguas de su abuela paterna de vacaciones en Positano, en la costa italiana de Amalfi, en las décadas de 1960 y 1970.
A algunas de sus modelos les puso lentes de sol de época con vestidos amarillos brillantes, naranjas crepusculares y trajes largos verde esmeralda o con enormes volantes en lugar de mangas y faldas abultadas.
"La Semana de la Moda ha vuelto. Se siente tan bien. Nueva York se siente genial", dijo Siriano, con Kristin Chenoweth, Alicia Silverstone y la musa Coco Rocha también sentadas en primera fila.
La pandemia, dijo el diseñador, ha provocado episodios de nostalgia para muchos, por lo que el diseñador quería que esta colección primavera-verano fuera "muy fuerte y poderosa", pero también sexy.
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Había prendas de encaje negro apenas visible, diminutos sujetadores combinados con pantalones y faldas amplias, y vestidos ceñidos que se ajustaban al cuerpo con cortes desde el cuello hasta la pantorrilla.
La moda, dijo Siriano, "está en un lugar realmente difícil" en este momento. "El negocio está realmente luchando en todas partes. No se parece en nada a lo que la gente solía comprar. Pero afortunadamente, para nuestro mundo, la gente realmente está buscando esa pieza aspiracional. Están gastando más que nunca en eso", dijo.
Con información de AP