A miles de kilómetros del Reino Unido, una comunidad despidió al príncipe Felipe como si se tratara de una divinidad. El duelo llegó a un pueblo tribal del archipiélago de Vanuatu, en el Pacífico.
La aldea de Yakel, en la isla de Tanna, en Vanuatu, veneró durante décadas al también duque de Edimburgo, quien murió el viernes pasado en el castillo de Windsor a la edad de 99 años.
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Desde el lunes pasado la comunidad realizó una ceremonia para rendir un homenaje al hombre que consideran "descendiente de un espíritu o dios muy poderoso que vive en las montañas".
“La conexión entre la gente de la isla de Tanna y el pueblo inglés es muy fuerte. Estamos enviando mensajes de condolencia a la familia real y al pueblo de Inglaterra“, dijo el líder tribal jefe Yapa, de acuerdo con la agencia Reuters.
El jefe de la aldea dijo que no estaba claro cómo cambiaría el movimiento religioso tras la muerte del príncipe, ya que se cree que su espíritu está a la deriva en busca de un nuevo hogar.
Por lo anterior, desde esta semana los aldeanos se reúnen para llevar a cabo ritos, con danzas, procesiones y compartir kava, una bebida ceremonial hecha de raíces.
El culto al príncipe Felipe en la isla de Tanna (Vanuatu) tiene su origen en una leyenda local sobre el hijo de piel pálida de un dios de la montaña local que se aventuró a cruzar los mares en busca de una mujer rica y poderosa con la que pudiera casarse.
Algunos antropólogos creen que la religiosidad con la que se ve al duque de Edimburgo comenzó a finales de 1970, tras una visita del esposo de la Reina Isabel II a la isla.
También consideran que el culto al príncipe es una forma para los habitantes de la isla volcánica de encontrar una conexión espiritual con el mundo exterior.
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La religiosidad sobre la imagen de Felipe se demostraba en las oraciones diarias para bendecir las cosechas de plátanos y ñames, y en los altares en las casas de la comunidad.
Una de esas fotos era de 1980 y mostraba al príncipe vestido de traje, sosteniendo un garrote utilizado para matar cerdos que había sido fabricado por los isleños y enviado a Londres.
Con información de Reuters