El príncipe Andrés podría verse obligado a dejar su casa en Windsor debido a los recortes que el rey Carlos III planea a la financiación de todos los miembros de la familia real, ya que no podría pagar su mantenimiento, según reportaron medios británicos.
De acuerdo con The Times, quien fue el primero en reproducir la información, el príncipe Andrés habría dicho a algunos amigos que no podrá permanecer en el Royal Lodge, una la mansión situada a cuatro kilómetros del Castillo de Windsor, en el Windsor Great Park en Berkshire.
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De acuerdo con la publicación, el hermano del monarca británico deberá dejar en septiembre la propiedad, ya que no podrá pagar los gastos de mantenimiento de la mansión, que cuenta con una piscina, 30 habitaciones, capilla privada y 98 acres de tierra (396 mil 592 kilómetros cuadrados), pero que requiere algunas reparaciones.
De acuerdo con el Mail Online, una fuente le revelo que al segundo hijo varón de Isabel II “no lo expulsarán explícitamente, pero se espera que no pueda pagar el mantenimiento”.
El príncipe Andrés vive con su exesposa, Sarah Ferguson, en la mansión, por la que firmó en 2003 un contrato de arrendamiento por 75 años y en la que, asegura la revista Tatler, ya invirtió cerca de 7.5 millones de libras esterlinas (unos 165 millones de pesos mexicanos) en reparaciones.
Desde que Carlos III se convirtió en el nuevo monarca británico, comenzaron los rumores sobre sus planes para recortar los gastos de la familia real y reducir el número de los miembros de la realeza que reciben fondos públicos, así como la cantidad que recibirían los que se quedan.
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Mientras la reina Isabel II vivía, el príncipe Andrés recibía al año cerca de 250 mil libras esterlinas (5.5 millones de pesos) de fondos privados provenientes del Ducado de Lancaster, que es el patrimonio personal del monarca y de dónde se obtienen los pagos para los miembros de la familia real.
Andrés depende de esos fondos después de dejar su papel como miembro principal de la familia real en 2019, cuando fue acusado de abuso sexual y pederastia por Virginia Giuffre ante un tribunal de Nueva York. En ese momento, "con la aprobación y consentimiento de la reina" le fueron retirados todos los títulos militares y patronatos reales.
En las últimas semanas, asegura el Daily Mail, a todos los miembros de la familia real se les dijo que se “aprieten el cinturón” y que esperen menos dinero del Ducado de Lancaster, ahora propiedad de Carlos, que el que recibían con la reina Isabel.
La mansión que el príncipe Andrés podría abandonar está valuada en unos 30 millones de libras esterlinas (unos 664 millones de pesos) y fue habitada por la Reina Madre, Isabel Bowes-Lyon, madre de Isabel II, hasta su muerte en 2002.
Según el Times, el príncipe Andrés pasa la mayor parte de su tiempo montando en los bosques que rodean su casa o “viendo mucha televisión”. El príncipe cumplió 63 años este domingo 19 de febrero.