Desde su primera cita con Barack Obama, su vida en la Casa Blanca, la discriminación en la universidad y vivir bajo el ojo público, hasta su último día como primera dama, es lo que muestra Becoming, el nuevo documental de Netflix sobre Michelle Obama, quien fue primera dama de Estados Unidos durante ocho años.
"Un documental íntimo que explora su vida, sus esperanzas, y su conexión con los demás", señaló Netflix.
El comienzo de la historia Obama
La historia de Michelle y Barack Obama comenzó con una imagen equivocada de la exprimera dama sobre el demócrata. "Parecía un nerd", pensó cuando lo vio por primera vez, pero una llamada telefónica la hizo cambiar de opinión. “Esa voz no tenía nada que ver con la imagen que me había hecho de él".
Te puede interesar: Los Obama encabezarán graduación virtual junto a Malala, Lady Gaga y BTS
Para Michelle, su relación con Obama supuso un reto personal. “Fue un desafío para mí en muchos aspectos. Sabía que él era un tsunami que se me venía encima y me arrastraría si no me ponía las pilas. No quería ser un simple ápice de sus sueños. Así que eso me obligó a trabajar, a pensar y a tomar decisiones”.
El honor y reto de ser primera dama
Michelle segura que convertirse en primera dama ha sido "el mayor honor de mi vida", pero a la vez un reto en la búsqueda del equilibrio entre ser ella misma y vivir bajo el ojo público por haberse convertido en una de las mujeres más conocidas en todo el mundo. “Cada gesto que haces, cada parpadeo se analiza. Tienes el mundo observando cada movimiento que haces. Tu vida ya no te pertenece".
Por eso, dijo, lloró en su último día como primera dama, una vez lejos de la vista del mundo y después de la toma de posesión de Donald Trump. Contuvo las lágrimas "porque van a decir que estoy llorando por una razón diferente". No, Michelle no lloró de tristeza por más de media hora, sino de felicidad, de liberación. Sus lágrimas “fueron por haberme quitado de encima ocho años de estrés por intentar hacerlo todo a la perfección", declaró en Becoming.
Sus hijas y la vida dentro de la Casa Blanca
Una de sus mayores preocupaciones al llegar a la Casa Blanca fue la educación de sus hijas Malia y Sasha. Michelle no quería que ellas vivieran en una mansión con privilegios como sirvientes que hicieran todo por ellas. Por eso, dijo, Malia y Sasha se encargaban de limpiar sus propias habitaciones y lavar su ropa.
“Al principio me dijeron que por qué a mí sí me hacían la cama y yo les contesté: ‘Soy la primera dama y estudié una carrera'”.
En su último día en la Casa Blanca, dejó que sus hijas hicieran una pijamada con sus amigos, pero al día siguiente las despertó con un "despierten, los Trump están llegando".
La discriminación en la universidad y la muerte de su padre
En un punto del documental, en compañía de su madre y su hermano Craig, visita la casa de su infancia en Chicago. Ahí cuenta que tenía celos de su hermano y siempre luchó por ser "la favorita" de su madre luego de la muerte de su padre, lo que supuso un gran trauma en su vida.
Con los "celos", nació en Michelle estudiar en la Universidad de Princeton, siguiendo los pasos de su hermano, algo que no le agradó a su orientadora universitaria. “Ella decidió que estaba siendo demasiado ambiciosa y me dijo ‘no creo que Princeton sea para ti’. Pues parece que estaba equivocada”, dijo, y reveló que fue Princeton justamente donde se sintió discriminada por primera vez.
La mamá de su roomie estaba "horrorizada" de que su hija compartiera habitación con “una persona de color”. "Sentía que su hija estaba en peligro", dijo y aseguró que "no estaba preparada para eso".
La vida de los Obama, en especial la de Michelle, siempre ha sido tema de interés para el mundo. Su libro Becoming, ha vendido millones de copias en diferentes países. Tan solo en los primeros seis meses después de su lanzamiento vendió más de 10 millones de copias.