Por: Angel Xavier
Durante mucho tiempo fue casi impensable. Pero los latinos han tomado por asalto el show del medio tiempo en el Super Bowl. Recuerdo que en los setenta y los ochenta los representantes latinos estaban entre los equipos que jugaban el súper domingo con los pateadores Rafael Septién de los Dallas Cowboys y Raúl Allegre de los New York Giants. También el extraordinario entrenador de los Raiders, entonces de Oakland y de Los Ángeles Tomás Flores Sánchez que, como nota aparte, es una omisión criminal que aún no sea de los inmortales del salón de la fama de Canton, Ohio.
Desde los primeros acordes de "She Wolf" Shakira nos deleitó con su escultural figura, sus pasos de baile y su maravillosa voz e, incluso, nos sorprendió con un guiño al rock clásico con notas de Kashmir, ese himno setentero de Led Zeppelin. La primera gran sorpresa fue cuando la salsa colombiana y Bad Bunny inundaron el estadio y Shakira bailó entré el público con "Hips Don't Lie".
Después fue el turno de Jennifer Lopez. Nuestra diva puertorriqueña, empezó dando una clase de sensualidad y carisma y cómo tener en la palma de su mano a el público, no solo el del estadio de los delfines de Miami, sino del resto del mundo siguiendo el espectáculo a través de la televisión.
Los ritmos urbanos llegaron para quedarse y la muestra fue la participación de J. Balvin con la diva, quien orgullosamente portó la bandera de Puerto Rico en su atuendo.
Y, ¿qué mejor cierre que el "Waka Waka", aquel que puso a todos a bailar desde el mundial de Sudáfrica hace diez años? Ya es definitivamente un himno deportivo.
Definitivamente Miami es un crisol de la cultura latina y que mejor escenario para demostrar que nuestra cultura latina es una parte importantísima de los Estados Unidos, dentro del espectáculo deportivo más importante del mundo.
Hoy es un gran día para estar orgulloso de ser latino.