Tras cuatro años de arrebatos en Twitter, provocaciones políticas, declaraciones racistas, evasión de la justicia, manipulación de la verdad y polarización del país, la presidencia de Donald Trump termina con el despliegue de violencia en el Capitolio, ejercida por una turba que, durante meses, fue instigada por un líder que se aferra al poder.

El asalto al Congreso se produjo cuando ambas cámaras realizaban una sesión para corroborar la victoria electoral de Biden en las elecciones de noviembre pasado.

El presidente saliente había instado a sus aliados a interferir en el proceso, a su vicepresidente, Mike Pence, a abusar de las instituciones, y a sus simpatizantes a que hicieran hasta lo imposible para evitar que tuviera que ceder el poder.

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