El presidente Donald Trump está molesto con el fiscal general William Barr porque el funcionario declaró que el Departamento de Justicia no ha encontrado evidencia de un fraude que pueda cambiar el resultado de las elecciones, afirmó el miércoles The Washington Post.

Un funcionario que habló con el diario dijo que el presidente podría despedir a Barr, pero agregó que varias personas están tratando de persuadir a Trump para que no lo haga. 

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Barr aseguró en una entrevista con The Associated Press el martes que los fiscales han estado atendiendo denuncias de irregularidades, pero hasta ahora no han detectado ninguna que pueda revertir el triunfo del presidente electo Joe Biden en los comicios.

Los comentarios marcaron un agudo contraste con las denuncias y acusaciones infundadas de Trump, quien aún no reconoce la victoria de Biden. El fiscal Barr había sido uno de los más estrechos aliados del mandatario y, previo a las elecciones, defendió en repetidas ocasiones la postura de Trump de que los votos por correo eran vulnerables al fraude.

El mes pasado, Barr giró instrucciones a fiscales federales en todo el país autorizándoles a investigar toda "denuncia sustancial" de irregularidades electorales. Ese memorándum autorizó a los fiscales a obviar ciertas normas del Departamento de Justicia que usualmente prohíben ese tipo de acciones antes de la certificación de unos comicios. 

Poco después de que emitió la orden, el encargado de investigar irregularidades electorales en el Departamento de Justicia renunció en protesta.

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Cuando se le preguntó en una conferencia de prensa el miércoles si Trump aún confía en Barr, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, dijo: "Sí el presidente tiene algún anuncio sobre el personal, ustedes serán los primeros en saber".

Con información de AP.