AP. – El presidente Donald Trump planea participar en el debate del jueves para enfrentar al candidato demócrata Joe Biden a pesar de los cambios en las reglas, que el republicano rechazó y están destinados a fomentar discusiones más ordenadas.
El director de la campaña de Trump, Bill Stepien, aseguró el lunes por la noche que el presidente "debatirá con Joe Biden independientemente de los cambios de última hora a las reglas de una comisión parcial" que, dijo, está haciendo un "último intento de darle una ventaja a su candidato favorito".
Te puede interesar: La Carrera Electoral: Trump ya habla de perder e intensifica ataques contra Fauci
La Comisión de Debates Presidenciales, un organismo sin afiliación política, anunció el lunes que, durante el segundo y último debate, los micrófonos de Trump y Biden serán silenciados por dos minutos cada vez que le toque responder al otro.
El debate de 90 minutos estará dividido en seis segmentos de 15 minutos cada uno, y cada candidato contará con dos minutos para hacer declaraciones ininterrumpidas antes de entrar en un debate abierto.
Durante la porción abierta no se silenciarán los micrófonos, pero las interrupciones de cada candidato les quitarán tiempo para hablar.
La medida fue implementada para evitar lo que ocurrió durante el debate inaugural de hace tres semanas: un caótico enfrentamiento que estuvo plagado de interrupciones, la mayoría de ellas por parte de Trump.
Trump quiere hacer cambios en los temas a debatir
La campaña de Trump instó el lunes a la Comisión de Debates Presidenciales a cambiar los temas del debate, argumentando que los elegidos por Kristen Welker de NBC no llevarán a los candidatos a hablar de política exterior.
Te recomendamos leer: Melania Trump volverá a los mítines de campaña del presidente tras más de un año de ausencia
En una carta de dos páginas, el director de la campaña de reelección de Trump acusó a la comisión de "convertir toda la temporada de debates en un fiasco" con "payasadas" a favor de Biden y dijo que el demócrata está "desesperado por evitar conversaciones respecto a su propio historial de política exterior".