AP.— Alrededor de mil 100 trabajadores de la fábrica de Jeep Stellantis en Toledo, Ohio, podrían ser despedidos a principios del próximo año, ya que la empresa está tomando nuevas medidas para reducir el elevado número de unidades en los concesionarios.
Stellantis dijo el jueves que la planta de Toledo Sur, que fabrica la camioneta mediana Jeep Gladiator, pasará de dos turnos diarios a uno a partir del 5 de enero.
Las ventas del Gladiator, la versión pickup de la camioneta todoterreno Jeep Wrangler, han bajado casi un 21% en lo que va de año, hasta las 36 mil 519 unidades, según Motor Intelligence .
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“Estas son acciones difíciles de tomar, pero son necesarias para permitir que la compañía recupere su ventaja competitiva y eventualmente retorne la producción a los niveles anteriores”, dijo Stellantis.
Se dejó un mensaje el jueves en busca de comentarios del sindicato United Auto Workers, que representa a los empleados de la planta de Toledo.
Según el contrato sindical con Stellantis, los trabajadores despedidos recibirán un pago suplementario durante un año que, combinado con los beneficios de desempleo estatales, equivaldrá al 74% del salario regular. También recibirán cobertura de seguro de salud durante dos años, informó Stellantis.
La medida es la última acción de la compañía que está batallando con un alto número de unidades en los lotes de los concesionarios en Estados Unidos. Las ventas totales de Stellantis han estado bajando la mayor parte del año en el país, y los descuentos para contrarrestar los altos precios iniciales que siguieron a un segundo trimestre negativo no funcionaron.
La compañía advirtió en agosto que podría despedir hasta 2 mil 450 de los 3 mil 700 trabajadores sindicalizados en la planta de camionetas en Warren, Michigan, al norte de Detroit. Dijo en ese momento que el número de recortes de empleo sería menor debido a ofertas de jubilación anticipada.
En Estados Unidos, las existencias de Stellantis en los concesionarios se elevaron a algo más de 430 mil vehículos en junio. Las ventas del tercer trimestre cayeron un 20%, y han bajado más de un 17% en los nueve primeros meses. En el resto de la industria automovilística, las ventas aumentaron un 1% de enero a septiembre.
El director general Carlos Tavares dijo en octubre que las existencias se redujeron en 52 mil en los últimos meses, y la compañía está tratando de bajar a menos de 350 mil para Navidad para un “nuevo comienzo” el próximo año.
El cuarto mayor fabricante de automóviles del mundo, que fue creado por la fusión en 2021 de PSA Peugeot y Fiat Chrysler Automobiles, reportó el mes pasado una caída del 27% en los ingresos netos para el tercer trimestre.
Tavares ha estado bajo presión de los concesionarios estadounidenses y del sindicato United Auto Workers este año, sorprendidos por la cantidad de vehículos de alto precio en los lotes de los concesionarios. Tavares ha estado tratando de reducir costos retrasando aperturas de fábricas, despidiendo trabajadores sindicalizados y ofreciendo indemnizaciones a empleados asalariados.
El sindicato está amenazando con hacer huelga contra la compañía por los retrasos en la reapertura de una planta de ensamblaje en Belvidere, Illinois, que Stellantis atribuye a la ralentización del mercado.