En julio, los trabajadores en México que cayeron en la informalidad laboral fueron 31.8 millones, un incremento del 4.3% respecto a junio, momento en el que se contabilizaron 30.5 millones de ciudadanos, revelaron las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La tasa de informalidad en el séptimo mes, respecto al total de personas que tienen un empleo, fue de 56.4%, superior a 55.4% de junio y al 55% de julio del año pasado.
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La informalidad laboral está conformada por todas aquellas actividades u ocupaciones que son ejercidas por personas que reciben un pago, cuyas condiciones de trabajo no se encuentran reguladas dentro de un marco legal, aunque el trabajador se encuentre prestando sus servicios en una empresa formal.
Más mujeres sin prestaciones
El mayor crecimiento en la informalidad por sexo, se dio en las mujeres, con un 57.2%, desde una tasa de julio de 2020 de 53.5%, y mayor a la de junio pasado de 52%.
Del total de las mujeres que cuentan con un empleo que en julio fueron 22 millones, 12.6 millones está en la informalidad laboral, revelan los datos del Inegi.
En tanto, la tasa de los hombres en la informalidad fue de 55.9%, ligeramente arriba del 55.8% del año pasado. La tasa en este junio se ubicó en 53.7%.
De los 33.6 millones de masculinos que tienen un empleo u ocupación en México, 18.7 millones estuvieron sin las prestaciones mínimas de ley durante julio.
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La informalidad laboral es uno de los problemas sociales y de recaudación más arraigados en los países de economías emergentes, ya que los trabajadores no cuentan con las prestaciones mínimas de ley y en la mayoría de los casos sin seguridad social. Para la OCDE, en América Latina, es un problema multidimensional que no se reduce a un problema de evasión tributaria.