En el primer trimestre de este año, el ahorro interno de México ascendió al equivalente al 18.9% del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con la información divulgada esta mañana por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
La cifra ahorrada asciende a los 4 billones 713 mil millones de pesos, superior a lo alcanzado en el primer trimestre de 2020 que fue de 4 billones 332 mil millones de pesos, mayor en 8.8%.
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Sin embargo, frente a la suma de 6 billones 83 mil millones que se logró acumular en el cuarto trimestre (el inmediato anterior) se tuvo un descenso de 22.53%.
El ahorro es parte del ingreso que no fue gastado en su momento, eso explica la caída en el primer trimestre de este año respecto al cuarto trimestre de 2020, ya que el consumo se aceleró en los tres meses iniciales en bienes y servicios, principalmente importados.
El ahorro bruto, que comprende el interno y externo, ascendió a los 5 billones 146 mil millones de de pesos, el equivalente al 20.7% del PIB.
Cabe destacar que el ahorro es el monto acumulado en el tiempo, y no sólo en el periodo que se expresa, es decir, es la cifra que se tiene disponible al momento de hacer el reporte.
Consumo al alza
El gasto en el consumo subió trimestralmente 2.90%, lo que significó observar un decremento en el ahorro, y no necesariamente un aumento en los ingresos, de acuerdo con la información del Inegi.
El gasto en el consumo consiste en los gastos que los hogares hacen en bienes duraderos (refrigeradores, celulares, autos, televisores, etcétera), semiduraderos (ropa, zapatos, además de otros), los no duraderos (comida, gasolina, golosinas, entre otros), así como de todos los bienes de consumo personal, todos, tanto provenientes del exterior como de origen nacional.
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Sin embargo, la demanda agregada, es decir, los bienes y servicios que requiere un país para satisfacer las necesidades de un periodo determinado, aumentó 2% del cuarto trimestre al primero de 2021, pero en términos anuales cayó 2.9%.
Todo lo anterior se interpreta como resultado de una mayor movilidad tras el relajamiento de las medidas de confinamiento que gradualmente han ido reduciendo las restricciones, lo que ha provocado recuperación de los empleos y un restablecimiento del ingreso de los hogares que están demandando bienes y servicios, no obstante, estos comportamientos podrían no ser constantes aún y no se encuentran en niveles prepandémicos.