“Está sólida la economía, las calificadoras no nos bajaron la calificación como país, en cuanto a riesgo mantuvieron la calificación, cosa que no sucedió con otros países, en fin vamos saliendo bien”, dijo el presidente durante la conferencia mañanera.
Sin embargo, de acuerdo con información de Banco Base, en la administración de Andrés Manuel Lopéz Obrador ya se tuvo degradación en las calificaciones de las tres principales calificadoras globales, provocadas principalmente por la incertidumbre en materia legal y por la excesiva deuda de Pemex.
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Rebajas en la deuda soberana
El 26 de marzo de 2020, la agencia de medición de riesgos sobre deuda Standard & Poor's degradó la nota soberana a BBB, desde BBB+, con una perspectiva negativa, donde se resaltó que el impacto de la crisis de la Covid-19 y una caída del precio del petróleo afectarían la actividad económica, haciéndolo menos atractivo para la inversión extranjera.
El 15 de abril, también del año pasado, Fitch Ratings rebajó la nota desde BBB+ a BBB-, dos escalafones en la nota soberana de nuestro país.
Moody's, el 17 de abril de 2020, disminuyó la nota soberana de México de A3 a un grado medio inferior de Baa1, con perspectiva negativa.
En su momento, el mandatario señaló que las calificadoras y sus sistemas para otorgar una califiación "ya no son la Biblia como era antes, al menos en el caso de México”.
Y en la conferencia de esta mañana, dijó, “hay buenos indicadores porque la economía ya está creciendo, hasta las empresas, las calificadoras, los bancos, están hablando que vamos a crecer este año 5% (…)”.
De acuerdo con las palabras del presidente, “México ocupaba el lugar 11 en el mundo como receptor de inversión extranjera y ahora ocupa el lugar siete, es de los lugares más atractivos para la inversión extranjera, estamos recuperando los empleos perdidos por la pandemia, vamos bien, no ha habido depreciación de la moneda”.