La inflación de Estados Unidos se disparó en abril 4.2% anual, informó la Oficina de Estadísticas Laborales, y es la más alta desde octubre de 2008, cuando ocurrió la crisis hipotecaria ligada a la Gran Recesión.
En términos mensuales, el aumento fue de 0.8%; en tanto, la inflación subyacente, que elimina los precios más volátiles como los de alimentos y energéticos, aumentó un 0.9% en abril comparado con el mes inmediato anterior y un 3% en el pasado a tasa interanual.
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Después de años de una inflación sin grandes variaciones, las preocupaciones sobre el aumento de los precios se han colocado en la cima de las preocupaciones económicas actuales. La escasez de bienes y piezas relacionadas con las cadenas de suministro han sido un factor clave para este incremento.
La inflación reportada en abril pasado está apenas siete décimas porcentuales por debajo del 4.9% alcanzado en octubre del 2008.
El repunte de los precios en abril, mayor de lo previsto por los expertos, añade presión a la Reserva Federal (Fed), la cual ha rechazado presiones inflacionarias en el país debido al estímulo fiscal que ha otorgado el gobierno estadounidense y el aumento de la demanda a medida que se levantan las restricciones por la mejora de la pandemia en el país.
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El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha reconocido que se verán notables subidas de precios, pero que serán de carácter “transitorio”, por lo que ha insistido en que no prevé modificar las tasas de interés de la Fed, que actualmente están entre el 0 % y el 0.25%.
Se espera que sigan así en lo que resta de año.El banco central estadounidense ha indicado además que aún queda margen en el mercado laboral, ya que el país cuenta con 8 millones de empleos menos que con la llegada de la pandemia de Covid-19 en febrero de 2020.
Con información de agencias.