Los jóvenes de 18 a 25 años tuvieron un aumento en la pobreza que pasó del 10% al 16%, esto como efecto del aplazamiento de su entrada al mercado laboral, de acuerdo con un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

La pobreza es un estatus que se asentaba con la tercera edad, lo cual se ha transferido a los más jóvenes; en contraste, los ancianos, han mejorado su situación en casi tres puntos porcentuales, es decir, los programas y sistemas de pensiones para la vejez en los países miembros, ha sacado de la pobreza a muchos adultos mayores entre 1980 a 2018.

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La pandemia probablemente desmejoró la situación económica de los jóvenes a escala global, y un análisis que se hizo en Francia, Alemania, Italia, Suecia y España (tiempo real), mostró que les fue mucho peor económicamente y tuvieron el mayor aumento en el desempleo, por lo que la pobreza aumentó desproporcionadamente para el rango de esa edad.

Muchos países de la OCDE cuentan con prestaciones por desempleo e ingresos mínimos para los jóvenes. Sin embargo, en nueve de los 37 países de la OCDE, un joven de 20 años sin antecedentes laborales no tiene acceso a tales beneficios, por ejemplo, Francia, Italia y España.

El impacto económico de la pandemia de Covid-19 destaca la urgencia de brindar a todos los jóvenes el apoyo que necesitan y reforzar su confianza en sus perspectivas de futuro, indicó el informe.

De los 37 países de la organización, México ocupa el lugar número ocho en la medición de la pobreza con un 16.6%. En el rango del 16% al 18% se encuentran Bulgaria, Corea, Israel, Rumania, Latvia, Estados Unidos y Costa Rica.