Reuters.- La OPEP elevó este lunes su pronóstico para la demanda mundial de petróleo para el primer trimestre de 2022, aunque mantuvo estable su pronóstico de crecimiento para todo el año, al afirmar que la variante Ómicron tendría un impacto leve debido a que los países se están acostumbrando a lidiar con la pandemia.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) dijo en un informe mensual que espera que la demanda de petróleo alcance un promedio de 99.13 millones de barriles por día (bpd) en el primer trimestre de 2022, 1.11 millones de bpd más que su pronóstico del mes pasado.
Te podría interesar: Gobierno de México apoyó a Pemex con 19 mil millones de dólares en 2021, calcula Moody's
“Parte de la recuperación que se esperaba anteriormente en el cuarto trimestre de 2021 se ha trasladado al primer trimestre de 2022, seguido de una recuperación más constante durante la segunda mitad de 2022”, aseguró la OPEP en el informe.
“Además, se proyecta que el impacto de la nueva variante Ómicron será leve y de corta duración, a medida que el mundo esté mejor equipado para manejar la Covid-19 y sus desafíos relacionados”.
La OPEP mantuvo su pronóstico sobre el aumento de la demanda mundial de petróleo en 5.65 millones de bpd en 2021, después del descenso histórico del año pasado al inicio de la pandemia.
En 2022, la OPEP espera un mayor crecimiento de la demanda de 4.15 millones de bpd, sin cambios con respecto a su reporte de estimaciones del mes pasado, lo que empujará el consumo mundial por encima de los niveles de 2019.
También lee: JPMorgan afirma que en 2022 se producirá una recuperación económica completa en el mundo
La OPEP y sus aliados, conocidos como OPEP+, están deshaciendo gradualmente los recortes récord de producción implementados el año pasado. A principios de este mes, la OPEP+ acordó aumentar la producción mensual en 400 mil bpd en enero, a pesar de la preocupación por la nueva variante.
El informe mostró que la producción de la OPEP en noviembre aumentó en 290 mil bpd a 27.72 millones de bpd, liderada por aumentos en los dos principales productores, Arabia Saudita e Irak, y una recuperación de los cortes en Nigeria.