Los precios del petróleo saltaban el jueves, alentados por señales de que el exceso de suministros no está acrecentándose tan velozmente como se esperaba e indicios de un aumento leve en la demanda de combustible, que se ha derrumbado por las restricciones globales vinculadas al coronavirus.
El crudo referencial Brent ganaba 11.4%, o 2.57 dólares a 25.11 dólares el barril a las 1100 GMT, en una jornada con bajos volúmenes de operaciones. El contrato vigente para junio expirará el jueves y acumulaba un alza de 10% hasta el miércoles.
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En tanto, el contrato de Brent más activo, los futuros a julio, sumaba 1.97 dólares, o 8.1%, a 26.20 dólares el barril.
Los precios del petróleo WTI avanzaban un 14.9%, o 2.24 dólares, a 17.30 dólares por barril. El referencial estadounidense treparon un 22% el miércoles.
Los inventarios de petróleo de Estados Unidos subieron en 9 millones de barriles la semana pasada a 527,6 millones de barriles, según datos de la gubernamental Administración de Información de Energía (EIA), muy por debajo del aumento de 10,6 millones de barriles estimado por analistas para un sondeo de Reuters.
Las existencias de gasolina en el país norteamericano bajaron en 3,7 millones de barriles, desde un máximo histórico visto la semana pasada, con una leve alza en la demanda de combustible que contrarrestó el rebote en la producción de las refinerías.
“Si vemos continuidad en esta tendencia en las próximas semanas, esto podría sugerir que el mercado del petróleo ha dejado atrás lo peor de la crisis”, dijo Warren Patterson, jefe de estrategias de materias primas de ING.
En otro factor positivo para los inversores, el grupo chino Sinopec dijo el jueves que sus ventas diarias de productos refinados de crudo habían ascendido y ahora estaban en más del 90% de los niveles detectados antes de que surgieran los primeros brotes de coronavirus.
Pero las preocupaciones por la capacidad de almacenamiento global persisten. La Agencia Internacional de Energía (AIE) dijo que la capacidad global podría alcanzar su máximo a mediados de junio y que la demanda de energía podría reducirse en un récord de 6% en 2020.