El 5 de julio de 2020, la mexicana Gilda Cota fue diagnosticada con esclerosis múltiple, enfermedad degenerativa que no tiene cura.
En ese entonces, en plena pandemia no estaba ni remotamente entre sus planes la posibilidad de representar a México en unos Juegos Paralímpicos, pues aunque había estado ligada al deporte, pausó esa faceta para estudiar criminalística.
Con la intención de activar su cuerpo decidió regresar a la actividad física dentro del deporte adaptado y tomó camino en la prueba que hoy es conocida como impulso de bala (lanzamiento de bala, se le solía llamar).
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“Entendí que no tengo que pelar con la enfermedad, será mi compañera de vida de ahora en adelante, tengo que aprender a bailar con ella”, dijo hace algún tiempo la yucateca en una entrevista con un medio local.
Este jueves, Gilda conquistó la medalla de plata en impulso de bala de los Paralímpicos de París 2024 con un lanzamiento de 7.89 metros. En su primera justa veraniega subió al podio superando todas las adversidades.
“Fue algo maravilloso, estoy muy emocionada. Es algo que veíamos imposible pero lo hice por mí, por toda la gente que está conmigo y por todas las personas con esclerosis múltiple porque sí se puede. Yo decidí sorprender a la vida y lo estoy haciendo.
“Venía de tener unas marcas previamente a esto muy bajas, porque yo me puse la quimioterapia y me vine para acá (París), entonces luchamos contra los estragos de la quimio, el viaje, el mismo padecimiento es muy complicado, pero me lo propuse, dejé el alma en cada lanzamiento.
“Cuando vi que me quedé a centímetros del oro (nueve), fue como sorpresa, sentí que pude dar un poquito más, pero estoy muy contenta y satisfecha con lo que hice. La verdad es que no ha sido fácil para mí este padecimiento y lo que quería dejar huella es ser ejemplo y que se conozca más la enfermedad”, dijo en entrevista con Claro Sports.