Soraya Jiménez se tambaleó, pero hizo un esfuerzo sobrehumano para mantenerse rígida en un levantamiento histórico que la convirtió en la primera mujer mexicana que conquistó una medalla de oro olímpica, toda una hazaña.
Aquella mañana (en México) del 18 de septiembre del año 2000, Soraya Jiménez sorprendió al mundo al salir a competir como una desconocida en la categoría de los 58 kilogramos de la halterofilia en los Juegos Olímpicos de Sidney. No era favorita.
Soraya Jiménez sorprendió al levantar 92.5 kilos en la prueba de arranque, mismo peso que la tailandesa Suta Khassaraporn, que falló al querer cargar 95, pero Soraya sí lo logró.
El peso que levantó la mexicana en la tercera oportunidad sólo fue superado por los 97.5 kilos que cargó la favorita Ri Song Hui, de Corea del Norte.
HISTÓRICA
Soraya llegó a la prueba de envión ya metida en la lucha por las medallas, lo que ya era una sorpresa, pero no se conformaría con subir al podio, la meta era subir a lo más alto.
En su segundo intento, Soraya Jiménez levantó 122.5 kilogramos, obligando la competidora tailandesa a cargar el mismo peso. Falló en su tercera oportunidad.
La favorita, Ri Song Hui de Corea del Norte tuvo una desconcentración, pues en su segundo intento no alcanzó a hacer su ejecución, al acabá el tiempo, perdiendo así una oportunidad para poder aumentar su peso.
En el tercer intento, la norcoreana levantó los 122 kilos que había obtenido Soraya, pero con la ventaja que logró en el arranque se colocó en primer lugar, obligando a la mexicana a cargar cinco kilos más en su última oportunidad.
HAZAÑA
Soraya Jiménez llegó a su cita con la historia, se paró frente a la barra y se llenó de fortaleza para levantar 127.5 kg.
Totalizó 222.5 kilogramos para quedarse con la medalla de oro, dejando a la favorita Ri Song Hui de Coroa del Norte con la plata (220.5 kg.) y a la tailandesa Suta Khassaraporn (210 kg.) con el bronce.
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El rostro de la joven mexicana de 22 años de edad, marcado por el acné, reflejaba un sufrimiento en el que todo un país la acompañaba. Jalaba aire al sostener la pesa, sus piernas parecían doblarse, pero no su espíritu. El grito al saberse ganadora se acompañó de unos saltos tiernos, inocentes, porque sabía que ya era parte de la historia.
Tras su conquista, Soraya Jiménez Mendívil se retiró y lamentablemente falleció el 28 de marzo de 2013 a causa de infarto a los 35 años, pero siempre se le recordará por su hazaña olímpica, al ser la primera mujer mexicana en ganar un oro en unos Juegos.
ORÍGENES
Soraya comenzó a levantar pesas antes de su adolescencia, después de jugar baloncesto, bádminton y nadar cuando era niña.
Su primer podio importante fue el tercer lugar en la Copa NORCECA de 1994 en Colorado Springs. Participó por primera vez en el Campeonato Mundial de Halterofilia en 1996, después de registrar su primera gran victoria en el Internacional Simón Bolívar en Venezuela.
En 1998 ganó su categoría de peso tanto en la Copa de Guatemala como en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, preparándose para un gran año en 1999 cuando ganó múltiples títulos, incluida la Copa de Tesalónica, el Winnipeg Invitational, el Campeonato Internacional Simón Bolívar, y el Festival Olímpico Mexicano, además de ganar medalla de plata en los Juegos Panamericanos y quedar octava en los Campeonatos Mundiales.
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A principios del 2000, comenzó a recibir atención tras ganar la Copa NORCECA, el Tofalos International en Atenas y el Campeonato Nacional de Bulgaria. Una trayectoria que culminó con la gloria olímpica en Sidney.