Arly Velásquez se presentó este jueves en Beijing 2022, sus cuartos Juegos Paralímpicos de Invierno, aunque no logró completar el primer intento de dos posibles del Slalom Gigante y un registro de DNF que no finalizó, por lo que fue descalificado, con lo que concluyó su participación en la justa, en la que era el único representante mexicano.
Velásquez completó así su participación en sus cuartos Juegos Paralímpicos de Invierno y sigue siendo el mexicano con el mejor resultado en la historia de la justa, al ubicarse en la undécima posición en Sochi 2014.
TRAYECTORIA
Arly Velásquez nació en Cancún, en el estado de Quintana Roo en 1988, pero a raíz del divorcio de sus padres se fue a los seis años a Ciudad de México con su madre. La gran ciudad fue un descubrimiento para él y pronto se adaptó a ella, pese a la enorme diferencia de densidad de población entre la capital y su ciudad de origen.
Su primer deporte fue el ciclismo de montaña, pero a los 13 años, cuando era campeón juvenil y competía contra chicos de hasta 19 años, se rompió la espalda en una competición en Canadá y quedó en silla de ruedas.
Tres años de rehabilitación intensa, con ocho horas de terapia y mucho trabajo psicológico, le permitieron aclimatarse a su nueva vida, en la que los deportes adaptados iban a tener un gran protagonismo.
Su tía, la campeona paralímpica de baloncesto Carmen Peñaloza, le ayudó a conocer el deporte paralímpico. Primero natación y luego baloncesto, pero él quería alguno que pudiera hacerse al aire libre y no en lugares cubiertos.
Siete años después de tener el accidente llegó al esquí alpino en el mismo sitio donde ocurrió. Vendió todas sus cosas, compró una camioneta vieja en la frontera y se fue conduciendo catorce horas a Park City. Ahí comenzó su nueva aventura en la nieve, un paisaje radicalmente distinto del que le ofrece Ciudad de México.
ENTRENAMIENTO
Sus entrenamientos los desarrolla en muchos lugares del mundo. México no tiene un equipo oficial y no suele ir a la montaña con otros compañeros, aunque sí aprovecha las invitaciones de algunas selecciones para entrenar. “Me tengo que organizar yo con todo. Soy mi mánager, mi asistente administrativo, mi representante de marketing. Soy todo yo”, confiesa.
Su progresión en los deportes de invierno, con un motoski de fibra de carbono diseñado junto a un amigo con tutoriales de internet, le permitió ir compitiendo y obteniendo resultados en pruebas internacionales y encadenar participaciones en Juegos Paralímpicos.
Estos de Beijing fueron los cuartos Juegos Paralímpicos de Invierno de Arly Velásquez, puesto que ya estuvo en Vancouver 2010, Sochi 2014 y PyeongChang 2018.
Con información de EFE